Han pasado unas semana desde que Inazuma Japón ganó el FFI y la asociación de fútbol ya ha preparado un nuevo torneo. ¿Qué haces aquí Tori? ¿Futbol Frontier Femenino? Una nueva historia empieza en el instituto Raimon, protagonizada por las chicas, q...
Ya habían pasado unas semanas desde que el Fútbol Frontier Internacional lo ganó Inazuma Japón. Cada uno de los integrantes (jugadores, gerentes y entrenador) volvieron a sus hogares continuando con su vida normal. Era temprano cuando el primer ministro Vanguard llamó a su hija para que se presentara en su despacho. Ella entró a ese blanquecino espacio con grandes ventanales para encontrarse con su padre sentado en su escritorio con varios papeles en la mesa.
-Buenos días, Victoria
-¿Qué necesitas, papá?- preguntó Tori- Él le dio un cartel que anunciaba un Fútbol Frontier Femenino. Esta al leerlo y releerlo confirmando que era real se puso a dar saltos de alegría- ¡Esto es genial! -En ese momento se percató de algo- ,pero... papá, yo no estoy en ningún equipo completamente femenino, ni siquiera voy al instituto, ¡estudio en casa!
-No te preocupes, te dejaré que estudies en el instituto que quieras.- La cara de Tori se iluminó mientras formaba una gran sonrisa, pues ella ya tenía algo en mente.
Llegada la tarde en el Instituto Raimon, su equipo de fútbol entrenaba tras haber terminado las clases. Camelia y Percival Travis (gerente y entrenador de Inazuma Japón) se mudaron a la ciudad Inazuma, estudiando y trabajando en ese mismo instituto. Camellia como en la selección era gerente, sin embargo su padre solo ejercía de profesor, así que este hacía rato que había regresado a casa. En el campo, los chicos se encontraban entrenando cuando una voz familiar se acercó corriendo.
-¡Ey! ¡Hola! -dijo Tori bajando corriendo las escaleras. Casi sin aliento les dió el cartel a sus amigas- Mirar esto
Curiosos, los jugadores se acercaron a ver qué sucedía. Tori iba vestida con el uniforme del instituto, una falda magenta, una camisa blanca y en su cuello un lazo de igual color al de la falda, además de su característico gorro. Silvia, la más cercana al cartel comenzó a leerlo.
-¿Fútbol frontier... femenino? ¡Eso es estupendo, Tori, con lo que te gusta el fútbol! -Tori asentía sonriente con la cabeza.
-¿Oye, y por qué llevas el uniforme del instituto? -dijo Celia- No me digas que...
-Pero, Tori, aquí no hay equipo femenino, lo sabías ¿verdad? - diría Nelly
-Claro, que lo sé -contestó segura, Tori- Y yo... ¡quiero formar uno! -los allí presentes se sorprendieron- Con vosotras dentro, ¡obviamente! -Se quedarían en silencio por un instante, que pareció eterno-Venga, decir algo.
-Me encantaría ayudarte pero, no sabemos jugar al fútbol.- dijo algo triste Silvia.
-¡Yo me uno, Tori!- todos se giraron hacia la que habló- Celia Hills, a tu servicio - dijo guiñando- Chicas, probar algo nuevo no vendrá mal, qué dices tú, Cammy.
-Lo intentaré.- dijo decidida
-¡Vamos, Silvia, Nelly - les animaba el capitán del Raimon, Mark, a las desconcertadas- lo conseguireis!- esto tuvo mucha importancia para estas.
-Bueno... supongo que no puedo decir que no -sonrió Nelly.
Silvia, que ahora tenía las miradas de todos encima, solo pudo soltar un "Si". Tori las abrazaba como podía a las cuatro. Mark, quien ya había formado un club hace tiempo, les informó dónde podrían hacerlo, y tras ser oficiales volvieron al campo, donde alguien las esperaba.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
