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Advertencia: La siguiente narrativa se enfoca en la temática twc, utilizando a los gemelos Kaulitz como inspiración y protagonistas, si los temas te incomodan por favor detén la lectura.IMPORTANTE: Está lectura contiene romance en menores de edad, ya que al ser hermanos se quiere narrar en que momento se dieron cuenta que se amaban siendo niños, este escrito solo muestra un amor inocente.
Temas: Incesto.
Twincest: Relación de incesto entre hermanos gemelos.
━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━Dos años.
El primer gesto de amor sincero que vio su madre entre los gemelos fue un día común y corriente. Bill y Tom se encontraban corriendo en la sala, la cual había adaptado para que ellos tuvieran la libertad que necesitaban y no salir lastimados en el intento.
En aquel momento habían aprendido aventarse cosas de un lado a otro, específicamente sus peluches favoritos; el de Bill era un perro San Bernardo y el de Tom un Pastor Belga. Ambos animales eran el objeto de devoción de cada uno, los traían a todos lados, cuando comían, cuando salían a pasear, cuando dormían incluso. Era común ver cómo corrían con ellos, los cuales amortiguaban caídas si es que alguno se emocionaba de más y perdía el control en sus pequeños piecitos.
La catástrofe empezó cuando en uno de los tantos juegos a Bill lo inundó una fuerza inexplicable y terminó volando su peluche justo por la ventana del departamento. Este cayó cinco pisos directito al suelo y en el trascurso la bomba estalló, el llanto de Bill se volvió incontrolable, corriendo hacia el gran ventanal el cuál era separado de los niños por una reja de protección. En la mente de un adulto era lo más cómico posible, en la mente de un niño de dos años era un enorme muro y un acantilado lo que lo separa de su objeto favorito, sus manos se aferraban a las pequeñas barras mientras gritaba a todo pulmón “Titi” el nombre de su perro.
Su madre estaba reaccionando de forma tardía pero es que no podía dejar de ver aquella escena que de tener una video cámara en el momento estaría grabando. Cuando tranquilamente se iba acercar al menor de sus hijos y decirle que bajarían los tres por su perro, el mayor, Tom se acercó ofreciéndole su peluche, impactada quedó cuando el llanto paro y viendo el perrito de su gemelo lo abrazo. “Dudu” Mencionó Tom y abrazo a su hermano con fuerza.
¿Era posible que un niño de dos años fuera capaz de reconfortar mejor a su hijo que ella?
Siete años.
— En la escuela molestan a Tom con esa niña rara.— Dijo Bill mientras se metía su quinta nugget a la boca. — Les dicen que son novios y que se van a casar. — Tal vez era muy pequeño para entenderlo pero una oleada de celos inundó el pequeño cuerpo de niño y lo demostró aplastando su vaso con aún nuggets dentro. Los ojos de Simone se abrieron a la par y le quitó este de inmediato.
— Pero ya he dicho varias veces que no me gustan las niñas, son asquerosas.— Tom hizo un gesto de asco con la lengua y después le dio un sorbo a su refresco.— Huelen raro y además no les puedes pegar a las niñas porque lloran.
— ¿Les pegas a las niñas? — El asombro de su madre era genuino, jamás pensó que su hijo sería capaz de ello.
— Bill me lo pide. — Dijo el mayor sin tomarle importancia.
— ¡Bill! Eso no está bien, ninguno de los dos está haciendo las cosas bien. A las niñas jamás se les pega.— Los regaño de inmediato esperando en el fondo que le hicieran caso.
— Pero mamá, las niñas se le pegan mucho a Tom y yo ya le dije que las debe alejar de un empujón. Siempre están abrazándolo y dándole besos.
— ¡Eso no es cierto! La única vez que le di un beso a una niña me castigaron las profesoras. No pude salir a jugar ese día.— El puchero que el pequeño hizo antes de comer uno de sus nuggets fue completamente de tristeza. — ¿Mamá me compras un helado?
Simone no comprendía del todo, ellos siempre habían tenido una relación especial y lo sabía, era tal vez esa conexión que decían que tenían los gemelos, muchas veces escucho que creaban su propio idioma pero ellos a veces ni hablaban, solo era cuestión de mirarse y entendían lo que el otro quería o pensaba ¿Sus hijos eran psíquicos? Tal vez si lo eran.
Once años.
Simone ya casi no pasaba tiempo en casa, muchas veces llegaba y los gemelos ya se encontraban dormidos, pero era necesario, había conseguido un empleo donde podía ganar mejor dinero y así mejorar su nivel de vida para los tres.
Ahora los gemelos se quedaban en casa siendo cuidados por Grettel, una chica de dieciséis años la cual varias veces invitaba a su novio a ver películas a casa de los chicos y así ver todos algo. Grettel era amable con ellos, jamás hacía algo indebido y siempre los mandaba a la cama a las 9 en punto. Ellos la querían y ella a ellos.
Aquel día Bill se encontraba encerrado en su cuarto, Grettell le había dicho que bajara a cenar pero no hacía caso, así que le pidió amablemente a Tom que fuese a buscarlo.
Para este punto los gemelos ya no parecían gemelos, Tom comenzaba a dejarse el cabello largo y Bill tras muchos fuegos a su madre le dejo cortarselo y pintarlo de negro.
Así que en aquel momento cuando Tom entro a la habitación solo vio un nido de cabello negro pegado a la pared, ligeramente inclinado y dando a la espalda a la habitación.
— ¿Qué haces? — Musitó quedándose en la entrada de su habitación. — Ya está la cena.
— Yo…— Bill se mantuvo de pie frente a la pared, en ese momento su rostro era rojo como el de un camarón y no pensaba voltear por nada del mundo. — Yo….
— ¿Te sientes bien? ¿Estás volviendote loco?— Aparto un mechón de su propio cabello el cuál caía hacia el frente y después camino hasta donde su gemelo se encontraba. — ¿Qué haces? — Recargo su mano en la pared y de inmediato la quito al sentir está húmeda, una mueca de asco atravesó su cara antes de gritar.— ¡Que asco! ¿Bill esto es tu baba?
El menor de los gemelos estaba comenzando a temblar del miedo y la vergüenza, no quería decirle que estaba practicando besos en la pared, pero debía hacerlo si no quería ser visto como un bicho raro, pero ¿Qué persona normal besaba una pared?
— Yo…quería aprender a besar y… Grettel y Dennis lo hacen y… —Miro avergonzado el piso mientras Tom lo escucha atentó y comprendía la situación.
— Que bobo, besar es fácil, mira. Yo lo he hecho varias veces con las niñas del colegio. —Y cuando Bill escucho eso levantó la mirada sorprendido, ese dato era nuevo y Tom jamás le había dicho. Un sentimiento de rabia empezó a inundar su mente ya que ¡JAMÁS SE LO HABÍA DICHO! Eran gemelos, mejores amigos, se contaban todo ¿Cómo era posible que no le dijera algo tan importante?
— ¿ Porqué jamás me dijiste? Pensé que me contabas todo, PERO TOM YO…— Y su rabieta fue calmada cuando Tom le plantó un beso en los labios, tal vez duro muy poco o tal vez mucho, no lo sabían con exactitud porque el tiempo pareció detenerse, pero cuando se separaron solo escucho a su hermano decir.
— ¿Ves? Es fácil, ahora vamos a comer, Grettel invitó a Dennis para ver una película de terror.
