Alucines High School

1

El lunes comenzó como cualquier otro, una misma rutina estaba por empezar, pues las clases habían vuelto, la Alucín High School abrió sus puertas luego de un largo período de vacaciones, alumnos ya instalados se saludaron luego de mucho tiempo sin verse los unos a los otros, los recién llegados buscaban algún grupo con el cual encajar. Kurumi caminó lentamente hacia su taquilla, el inicio de una nueva vida, pues apenas se había mudado a la ciudad, nueva casa, gente nueva, nuevo colegio "Demasiado abrumador" pensó. Siguió su paso hacia su aula, en el camino algunas personas la miraron de reojo, ya tenían una nueva mira a quién molestar. Se sentó casi agotada, ni había empezado las clases y ya quería irse de la vida. Un chico llamó su atención rápidamente, lo noto discutiendo fuertemente con otra persona a la que no alcanzó a ver, rápidamente una pequeña multitud se formó alrededor de ellos.

—Hijo de tu mamá verga de madre, te voy a romper toda tu jodida cara como no te salgas de mi asiento — Dijo Shiloh, Asher lo miro con indiferencia mientras colocaba los pies encima del pupitre

—No chilles, imbécil.— Dijo aburrido Rápidamente, el más bajo (jaja) se subió encima en pelea a este, los golpes eran repartidos por doquier. Kurumi se acercó un poco a la pelea para observar con mayor amplitud toda la escena.

—TU HIJO DE... — Se quitó el zapato para revolearlo hacia su rostro y cuando menos se dio cuenta, el zapato no estaba por ningún lugar — Eh... ¿Dónde está?— Miro hacia arriba y vio a Kurumi que se cayó sentada con el zapato entre sus piernas. Rápidamente, se desesperó —Lo siento, no quise...— El profesor entro al aula y vio el pequeño espectáculo. Todos se fueron de allí casi a la velocidad de la luz, quedando solo Kurumi y Shiloh en el suelo. —¿Qué... está... pasando aquí?— Dijo con una voz aterradora. —Mm... Yo... —

—Shiloh, acompaña a la señorita Kurumi a la enfermería, que lástima que algo así allá pasado, ¿Sabes quién fue? —

—Eh... — Cayó en conciencia rápidamente — Oh, no, no, no, no sé quién fue, pero puedo buscarlo, déjame la llevó a la enfermería. — La agarró de la mano y se fue con ella.

—Auch... — Dijo Kurumi con la nariz sangrante.

—Lo siento, no era para ti el zapato...— le pidió disculpas, algo indiferente, la verdad le daba igual.

—Gracias por acompañarme a la enfermería, ¿Shiloh, verdad?— Le sonrió dulcemente.

—Ah... Sí, soy Shiloh, ¿tú eras?...— Kurumi frunció levemente el ceño y miro algo enfadada.

—Soy Kurumi, recién me transferí.—

—Oh, ya veo, este... ¿Deberíamos de parar la hemorragia en tu nariz?—

—¿Y a ti qué te parece?— Dijo sarcásticamente, pero el tono dulce de su voz contrastaba muy bien con ella.

—Agh... sí.— se acercó y la agarró de la cara, comenzó a limpiar con un pañuelo el polvo que había sobre su rostro, no limpiaba sus zapatillas, la verdad. "Demonios, por qué me está agarrando la cara, esto parece demasiado, demasiado..." Pensó Kurumi mientras Shiloh mantenía su cabeza fuera de este mundo, intento conservar la calma y fingir demencia.

—Kurumi... ¿Podrías agacharte un poco?— Dijo en voz baja con un poco de vergüenza.

—Pfff.... PFFFF JAJAJA... Ah... Ay... L-lo siento Shiloh, yo...— Rápidamente noto la cara del más chico con un ceño que daba a demostrar su clara inconformidad y posible ganas de asesinarla.

—Agáchate, ahora.— Ordenó.

—Ya, ya...— se sentó sobre una silla que había por ahí, ahora llegaba a la altura de su pecho. —Oye, ¿en qué año estás? Se me hizo extraño verte en esa clase...—

—4.º Año y tengo 19, idiota. —

—¿Qué? —

—So. — Dijo aún enojado.

—¿Eres mayor que yo?... —

—Cállate. — Continuo limpiando su cara con alcohol.

...

—Duele... hazlo más despacio— Dijo casi sollozando. — Si aprietas el algodón, prácticamente estás colocando alcohol sobre la herida, mejor...—

—PUEDES CALLARTE O LO HARÁS TÚ.—

—P-puedo hacerlo sola...— Se quedó en silencio semi sonrojada, Shiloh la miro por unos segundos, noto como sostenía su rostro y lo cerca que estaba de ella. La soltó rápidamente en vergüenza. —NO SOY... NO SOY ESE TIPO DE PERSONA. — —Eh. — —Uh. — Shiloh se sonrojó por la pena que sintió y le tiro el algodón en la cara para luego salir corriendo. Kurumi solo lo miró salir y se rio levemente. —Me cayó bien...—

Asher caminó por los pasillos, estaban extrañamente vacíos, le molestaba eso, no había nadie al cual molestar y la ansiedad lo carcome —¿Debería buscar a Shiloh?...— pensó por un momento, sus ojos se iluminaron al ver la presencia de alguien más, una chica, un poco más bajo que el —Una noña...— se acercó rápidamente hacía esta chica. —Hola, hola, ¿Eres nueva?— Dijo ahora caminando a la par de está chica.

—Mm. — Musitó Kame.

—Cuéntame, ¿Eres de por aquí?— Intentó generar charla, Kame simplemente frunció el ceño y lo miro.

—No voy a pelear contigo.—

—¿Eh?—

—¿Mm?— Kame observó la sorpresa en su rostro, arqueó una ceja y simplemente siguió su camino. Asher no pensaba quedar con una respuesta tan vaga como esa.

—Oye, no seas así, quiero hablar contigo. — Se acercó y colocó su mano en su hombro. —Presentémonos, me llamo Asher. — Estiró su mano para saludarla, Kame lo miró con desprecio y simplemente asintió levemente.

—Me llamo Kame, no te incumbe saber mucho más.

—Ouu ¿así de maleducada eres? — baja la mano, ¿parecía estar...molesto? Aunque esto no es nuevo —pero que aburrida... Y uno solo queriendo entablar amistad... —se ve que exagera un poco, le encantaría molestarla más pero, por lo visto, se aburrió. Tratar con personas así no es tan sencillo y ahora no estaba dispuesto a hablar así con ella. — Bien entonces... Adiós, quédate sola si quieres —Dijo casi ofendido, en esto se propone a buscar a Shiloh para molestarlo, es más fácil hacerlo enojar.