Weakness | • Daryl Dixon +18

∞ 𝟘𝟛

[𝕁𝕒𝕕𝕖 𝕄𝕚𝕝𝕝𝕖𝕣]

-¿Y quién es el que quiere correr? - pregunté antes de subirme al auto.

-Es un misterio, dicen que es el mejor - respondió Steve, un chico de mi edad que también había conocido en el mundo de las carreras - Algo así como una leyenda en el mundo de las carreras, pero no tan solo autos, motos también. 

-Lástima, este auto jamás ha visto las luces traseras de otro - respondió Tom con seguridad abrazándome por la cintura.

-Hey, Tom - una chica a lo lejos gritó - Te buscan - y sin decir más, la chica se marcho entre la multitud.

-Ya vengo Jade - habló mientras se marchaba.

-¿Y bien?, ¿el contrincante no se presentará? - hablé a Steve mientras miraba hacia los lados.

-Lo haré - dice un hombre a mi espaldas - Aquí estoy.

Me giré para quedar frente a él. Aquel hombre no parecía un joven de mi edad, sino, unos quince años mayor. Llevaba unos jeans negros y una chaqueta de cuero negra, pero su rostro estaba tapado, cómo si no quisiera que lo reconocieran. Llevaba algo así como un cubre boca de calavera.

-Soy Jade M.. - pero fui interrumpida.

-Sin apellidos, no me interesa saber más - contestó de manera seca - Daryl - habló mirándome a los ojos y debo reconocer que me sentí intimidada ante su mirada y sus ojos azules.

-¿No eres de por aquí?

-De echo no - respondió llevándose las manos a sus bolsillos - Llegué hoy, pero digamos que.. tengo gente cercana aquí y me han hablado mucho del Nissan r35.

A aquel hombre solo se le veían sus ojos, pero pude deducir que tenía una sonrisa plasmada en su rostro. Y no hablo de una sonrisa simpática, de echo, todo lo contrario.

-¿Y qué es lo que dicen? - respondí de manera seria.

-Es lo que vine a comprobar, si logras ganarme, te lo diré - contestó guiñándome un ojo y se marchó en dirección a su auto.

Para cualquier otra persona, ese acto no habría tenido importancia alguna, pero para mí, fue el gesto que hizo que lo odiara sin ni siquiera conocerlo y me propuse ganar como fuese.

Caminé hacia mi auto, me monté en el y la gente comenzó a abrirme paso para poder llegar a la línea de partida.

-Debo reconocerlo, es lindo - habló aquel hombre desde su auto alzando su voz para pudiera oírlo una vez que llegue con mi auto al lado de él - Espero te guste el mío, aunque dudo que puedas verle el frente, solo lo trasero - continuó de manera arrogante.

-¿Eres de esos que ladra y no muerde? - bufé con la rabia saliendo por mis poros.

-Vamos pequeña, te pondrás vieja si sigues enojándote así - finalizó subiendo su ventanilla.

-Imbécil - musité apretando con fuerza el volante de mi coche.

La chica ya está frente a nuestros autos, la gente comienza a amontonarse a nuestro alrededor con el fin de ver nuestra carrera, a lo lejos escucho las típicas canciones que se escuchan en estas juntas. Veo que la mujer frente a mi se dirige hacia mi contrincante preguntándole si él está listo, a lo que el solo asintió y luego llevo su mirada hacia mi preguntando lo mismo y yo solo respondí ''Sabes que sí''.

-¡Ya! - gritó la mujer  y alzó su mano disparando hacia el cielo dando inicio a la carrera. 

Los motoros rugieron. Posicioné primera marcha y partí, en cosa de segundos, iba topando la máxima velocidad del auto. El hombre venía pisándome los talones. Debo reconocerlo que el corazón me latía fuerte. En cada curva se apegaba más a mí, pero aún así, no dejaba de ir detrás de mí. Admito que el auto era realmente veloz.  En tan solo minutos, ya solo nos quedaba la última vuelta.