𝐂𝗁𝗈𝖼𝗈𝗅𝖺𝗍𝖾 𝐂𝗂𝗀𝖺𝗋𝖾𝗍𝗍𝖾𝗌 [𝗘𝚖𝚖𝚊 𝗦𝚊𝚗𝚘] #2

Ⅱ

My lover is a day I can't forget
— Lover Is a Day

Paseando por el parque la rubia pensaba en como podría acercarse más a ese castaño , como podía gritarle de que ella existía como una buena mujer, siendo alguien que no necesitaba tener la amistad del Kimura sino escalar a algo más, y se dio su plan en aquella tarde, lo que ella desconocía era que aquel rubio de ojos azules se escapara de aquel lugar donde estaban por tener algo que ella quería hacer con ese joven de ojos amarillos grisáceos y cabello oscuro.

Por una extraña razón Mikey le había pedido que fuera al santuario, donde siempre se hacían reuniones con su pandilla, ella aburrida y sin opciones tuvo que ir, pero, su seriedad cambió cuando en el camino se encontró a ese joven que hacía latir a más no poder su corazón.

— Oye Emma, Mikey me dijo que si te veía te llevara al santuario, ¿Subes o quieres seguir caminando? – La rubia lo pensó bien, y su conclusión llegó a que no podía desperdiciar la oportunidad y sin más subió a la parte trasera de aquella moto, cuando iban a seguir, él tomó su casco colocándolo en aquella cabellera rubia. — Espero me perdones si arruino tu peinado o tu estilo, más vale prevenir que lamentar, eres importante para mí así que no quiero que te pase algo malo, ¿Okay? – Ella sabía que se trabaría en esas dos letras, solo asintió, dando una tranquilidad al joven. — Agárrate bien, que ya vamos algo fuera de tiempo, sabes que es detestable como se pone Draken con la impuntualidad y también Baji.

Ella no dudo en aferrarse de aquel torso, aún con el sonrojo que había provocado las palabras de él, se alegraba de que él tuviera aquel casco cerrado, eso le permitía a ella evitar algún momento incomodo, aparte de que ese casco también evitaba que él viera la sonrisa de estúpida que tenía en ese momento recordando las palabras y en la situación que estaban, ella abrazándolo sin miedo con la excusa de asegurarse bien y no caer.

No tardaron en llegar, unos minutos más tarde él estacionó el vehículo, recibiendo el casco que la femenina le entregaba con un sonrojo. — Mikey debió preguntar si estabas enferma, estás roja, ¿Estas bien? – Ella asintió. — ¿Segura? – Y volvió a asentir. — Bueno, baja no vayamos a ver porque la necesidad de venir. – Y de un salto ella bajo haciendo que él se diera cuenta de como iba, en uniforme pero sobre eso la falda, ahora él estaba con un leve rubor. — Emma porque no me dijiste que venías en falda, ¿No te sentiste incomoda? ¿Quieres algo? Demonios, debimos venir en un taxi o caminando. – La rubia solo veía la preocupación de su amor platónico y aún seguía su mentalidad de no desaprovechar las oportunidades.