Comisaría de Casper
2 de septiembre, 2020, 10:30 p.m
Reporte recibido por: Oficial Ethan.
El silencio en la oficina era casi tangible, interrumpido solo por el zumbido constante de la máquina de sueños. Esta maravilla de luces y circuitos, enclaustrada como un centinela de un futuro distópico, no solo grababa sueños, sino que los tejía en una red compleja de recuerdos y secretos inconfesables. Era un recordatorio constante de cómo la tecnología había rebasado los límites de la mente humana, invadiendo todos los rincones de nuestros sueños.
El oficial Ethan, contemplando la máquina con una mezcla de fascinación y repulsión, exhaló un suspiro que resonó en la quietud. Frente a él, Haroon temblaba, no solo por el frío sino también por un miedo que parecía emanar de las profundidades de su alma. Sus ojos, vidriosos y fijos en el vacío, reflejaban las manchas de sangre en sus manos, formando un contraste sombrío con la palidez casi fantasmal de su rostro.
—¿Qué ocurrió, Haroon? ¿Era ella tu madre? —la voz de Ethan era un susurro, cargado de un peso que la tensa atmósfera apenas podía sostener.
Haroon parpadeó lentamente, como si cada pestañeo lo arrastrara de vuelta desde un abismo temporal. Sus palabras, cuando finalmente emergieron, eran un murmullo ronco, cargado de una turbulencia emocional.
—Yo... él... —balbuceó, su mirada perdida en un recuerdo distante, sus ojos reflejando una lucha interna intensa—. No sé quién es, pero cruzaré las barreras de los sueños para encontrarlo.
—¿Estás seguro de lo que dices? —El tono de Ethan se tiñó de un escepticismo profesional, pero sus ojos revelaban una curiosidad inquieta.
—Vi su rostro... en mis sueños. La máquina desentrañó mis recuerdos robados, mostrándome fragmentos de verdades ocultas.
—¿Arthur?
—No, no fue él. —Haroon respondió con firmeza—. Él estuvo allí, sí, pero lo que vi en esos sueños... la máquina no miente.
—Le diste el chip de memoria. Todo está registrado, pero necesito algo más tangible. —Ethan apretó los labios, no podía pensar con claridad—. ¿Y la sangre de esta noche? ¿De quién es?
—No lo sé, pero la máquina sí lo sabe. Ella tiene las respuestas que buscamos.
En ese momento, Haroon se quedó petrificado, su mirada clavada en algo detrás de Ethan. El oficial se giró y, a través del cristal de su oficina, sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal: allí estaba el hombre de los sueños de Haroon, flanqueado por dos agentes. Su ropa, salpicada de sangre, no era lo más perturbador; era el aura de enigma que lo envolvía, como si cada fibra de su ser estuviera impregnada de los secretos arrancados de innumerables sueños.
Sus ojos se encontraron. Una sonrisa torcida y ominosa se formó en los labios del hombre, mientras Haroon le devolvía la mirada con un odio antiguo y profundo.
Ethan comprendió que estaban frente a algo mucho más grande que un simple crimen. Se enfrentaban a un enigma que desafiaba no solo las leyes de la física, sino también las de la ética y la moralidad, llevando el concepto de invasión personal a un ámbito desconocido. Algo para lo que ni él, ni nadie en el tranquilo pueblo de Casper, estaba preparado. Era un viaje a lo desconocido, un descenso a los confines de la mente humana.
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Ensueño
Science FictionEnsueño nos sumerge en la historia de Haroon, un joven que busca refugio en el mundo de los sueños para evadir la realidad. A medida que se sumerge más en esta enigmática dimensión, Haroon se ve atrapado en una peligrosa ambigüedad entre lo real y l...