Después de desaparecer misteriosamente junto a su hermano mayor en la mansión "embrujada" de Agdeog, y olvidar por completo su pasado, Jungkook, quién ahora trabaja como reportero en la ciudad de Seúl, comienza a investigar "La leyenda de Agdeog." U...
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«Lo voy a pensar...» Dijo Jungkook mientras tomaba el cigarro de los labios de Tae Jung. Metió el restante en su boca, y le dio una fumada sin quitarle los ojos de encima. «Con permiso, suegrito.» Sonrió y le expulsó el humo sobre la cara para después salir.
Tae Jung soltó una pequeña sonrisa e hizo una reverencia con la cabeza para despedirlo. Se dio vuelta para mirarlo una vez más antes de que saliera de la mansión. «Eres un chico muy altanero.» Susurró para si mismo. «Sin embargo me gustas mucho.» Agarró la marioneta del sofá y le arregló el cabello mientras la miraba fijamente.
—Vamos a ver cuanto tiempo te mantiene con vida tu arrogancia, Sr. Seo.
Taehyung volvió a Agdeog para reunirse con sus compañeros, y Jungkook tomó un taxi para ir directamente a la clínica a dónde se encontraba su madre internada, después de pedirle la dirección a Dalia. Una vez allá, habló con los médicos y estos lo llevaron al jardín a dónde Ye ji estaba sentada tomando el sol.
—La mantenemos bajo medicamentos fuertes, Sr. Seo. Si no lo hacemos así, pierde el control y comienza a gritar y llorar.
—Me gustaría verla más de cerca, ¿es posible?
—Por supuesto, ahora está estable. Lo dejaré con ella, si necesita algo, solo llámeme. Las enfermeras estarán por aquí cerca...
—Claro, muchas gracias, doctor...
Jungkook se acercó a la banca dónde estaba sentada su madre. Esta se encontraba con los ojos cerrados y las palmas de las manos apoyadas en sus muslos mientras respiraba el aire fresco y dejaba que el sol tocara su cara.
—Mamá...
Seo Ye ji escuchó su voz y abrió los ojos para mirarlo. Sonrió para él y estiró los brazos para abrazarlo. «Hijo...» Dijo alegremente cuando sintió el cuerpo de Jungkook entre sus brazos.
—Dalia noona me dijo que estabas aquí...—la miró. —Mamá, estoy preocupado por ti. ¿Qué fue lo que te llevó a esta situación?
Ye ji sonrió nuevamente para él y se dio vuelta para seguir mirando las nubes.
—Mira... —señaló —parece un castillo... —comenzó a reír y a mecer su cuerpo hasta que se detuvo a mirarlo otra vez. —En el castillo de la princesa, existe un malvado dragón, que se oculta dónde suena el tik tak del reloj.
