La Sociedad

El super plan

Al momento que Marcy salió de la habitación yo puse mi plan en marcha. En este preciso momento yo estaba algo corta de dinero, y por el momento pedir dinero a mis amigos no era una muy buena idea. No es que ellos no quisieran darme, solo que no tenían nada que dar, los tres estábamos en quiebra. Usualmente Marcy y yo nos repartíamos el dinero que nos donaba la escuela cada semana, así la distribuíamos en la renta de las cocinetas; comprar comida o comer en un restaurante, y cosas de la escuela, lo que sobraba era para la mariguana o cervezas. Cosas de las cuales Marcy claramente no sabía.

Según Scarlett, el plan de la escuela era que los jóvenes se vieran incentivados a hacer actividades extracurriculares para conseguir billetes morados, pero habían unos casos perdidos como mis amigos, y otros como Charlotte, que al ser superdotada recibía una cantidad absurda de dinero, además de tener acceso al banco de este.

Casi siempre le pedía dinero a lo pendejo, pensando que ella no me lo iba a cobrar, pero ese no fue el caso, y ahora tengo una deuda enorme con ella, otra razón por la que sigo siendo parte de la pandilla. La Toad Tower me ofrece un sueldo fijo bastante bueno, además de comidas pagadas dentro de mi horario, solo que no me siento a gusto de ser parte de algo que no conozco bien "No te enlistes al ejército sin saber a qué guerra iras" este era un consejo de mi padre, un gran empresario, aunque no necesariamente un buen papá.

Pero todo esto sería salirme del tema, lo que en verdad importa es que necesitaba dinero, el cual iba ser para que Marcy tuviera una tarde maravillosa. Y yo tenía un plan, el cual me iba doler dentro de poco.

Me termine de bañar lo más rápido posible, y apenas salir me enrolle en una toalla para empezar a secar mi larga cabellera dorada. En esta vida amaba muchas cosas, y una de esas era mi cabello, era hermoso, todo natural obviamente, lo único que usaba era aceite de coco extra virgen, no había día en que no lo cuidara.

Termine con mi cabello y de maquillarme, para pasarme a ponerme un buen vestido, junto a unas botas negras las cuales combinaban con el rojo vino de este. Cuando estaba a punto de salir de la habitación pare un momento a tomarme una foto para mis historias, para después sacar una hoja de mi bolsillo.

Estaba bastante distraída cuando escuché a alguientocar la puerta, fui a abrirle mientras seguía pensando en la lista, pero esos pensamientosfueron abruptamente interrumpidos por un beso inesperado.

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Estaba camino al cine de la institución, el cual era muy pequeño, pero bastante moderno. Este era específicamente para los estudiantes de cinematografía, y materias relacionadas, pero había veces donde el personal y estudiantes se pasaban las reglas por el culo para poner los nuevos estrenos de películas.

Sprig me había sobre el tema, también logro mandarme un calendario sobre todo tipo de eventos algo clandestinos en la escuela, ni siquiera sé porque los tendría él, ya que es niño bien, y según yo él era parte de algo como un pequeño partido en el sector. Para mí esta escuela era como un KidZania pero culero, nos ponían a estudiar un chorro pero al mismo tiempo a trabajar, la verdad no me quejaba del sistema educativo, ya que era bastante bueno, las clases incluso parecían personalizadas para cada persona, los maestros eran estrictos pero eso era por el sector en el que estábamos, aunque a veces no se si hace más bien que mal.

No me malinterpreten, sé que los maestros tienen que ser estrictos y firmes, pero había unos que simplemente se pasaban, uno de eso era mi maestro de idiomas. La escuela por obligación te hacía tomar más de dos clases al día, yo tomaba tres, porque no tenía nada que hacer la verdad, pero mi problema fue escoger la clase de Alemán, ya que mi maestro es de esos que se creen todos poderosos, no te dejan hablar en clase, te ponen a copiar información sin siquiera explicar y muchas más cosas, pero sus clases se empezaban a volver una tortura, literalmente justo antes de que Sasha llegara y antes de ponerme a escribir me había puesto a hacer sus proyectos, tan siquiera de solo pensar en el mundo de tarea que hice me estreso, me dan ganas de lanzarle la libreta en la cara mientras lo insulto en alemán, de solo pensarlo se me forma una sonrisa.