Summer.
Rechazada. La mezcla es que, el que se suponía que iba a ser mi nuevo jefe conoce a mi antiguo jefe, y antes de contratarme como mesera tomó la excelente decisión de pedirle una recomendación al dueño del último restaurante en el que trabajé. Él muy simpático de mi queridísimo antiguo jefe no se ahorró ningún detalle, ni el momento en el que se me cayó un plato de comida en el regazo de un cliente. Dijo, tal cual como lo estoy contando: <<tu economía caerá a pique si contratas a aquella chica.>>, sé lo que dijo porque yo estaba escuchando todo mientras hablaban por celular.
Así que... otro día sin empleo. Me quedé en casa el resto del día, deprimida, limpiando todo lo que encontraba. Hasta que me cansé y decidí ir a la biblioteca y traerme unos cuantos libros a casa, ya que soy socia hay que hacer uso de ese título.
No sé si es por el miedo a ser atropellada o porque no me quiero cruzar con otro ser tan oscuro ahora miro atenta cada calle antes de cruzar, nunca en mi vida he visto tantos semáforos, pero ahora creo que me volveré paranoica si no los miro antes de cruzar.
Marta se encuentra igual que el primer día que la conocí, detrás del mostrador y muy atenta a lo que sea que escribe.
—Hola, Marta. — apoyo mis brazos sobre el mostrador. Ella levanta su cabeza y me sonríe dejando su cuaderno a un lado.
—Hola, querida. ¿Qué es esa cara que traes?
—Un día agotador. — digo suspirando, y creo que lo hice un poco exagerado porque Marta suelta una pequeña risa.
—¿Qué es lo que te agotó?
—Esta mañana me rechazaron en un trabajo.
—¿Y por qué?
—Porque me dijo que era muy torpe y no quiere perder todo su ingreso en comprar platos nuevos.
Marta me toma por sorpresa y comienza a reír, es inevitable que yo no lo haga. Soy muy absorbente a los sentimientos de los demás, mis colores pueden variar dependiendo de las personas que me rodeen; si tú estás en un momento triste y esperas que yo te consuele, creo que saldrías peor porque yo me uniría contigo al llanto.
—Supongo que ahora es gracioso. — mi situación ahora es "rio para no llorar"
—Ya encontrarás algo, hay que darle tiempo al tiempo.
Pues el tiempo no me da dinero, pensé.
—Subiré a buscar unos libros.
Ella asiente sonriente y retoma su escritura. Me tomo mi tiempo mientras subo las escaleras y casi llegando al segundo piso quise salir corriendo de ahí.
Ese ser oscuro está sentado en el alféizar de la ventana con un libro en manos. La luz del atardecer se refleja en su cuerpo, su pelo negro brilla por los reflejos del sol y el color de sus ojos están ocultos por tener su mirada hacia abajo. Es alto y siempre se viste de una manera elegante, lo único que mantiene "natural" es su pelo que se encuentra desordenado. Así tan tranquilo nadie pensaría que tiene una piedra en vez de corazón, mi perspectiva de él es buena siempre y cuando se mantenga callado...
—¿Vas a mirarme toda la tarde?
Pero parece que para él es todo un esfuerzo mantener su boca cerrada.
Ruedo mis ojos y sigo mi camino, evitándolo.
Siento sus ojos en mi espalda con cada paso que doy, lo que hace que me vuelva más tonta y termine yendo a una sección que nada que ver conmigo. Cuando quise devolverme, él seguía intacto en su lugar mirándome con los ojos entrecerrados, me devuelvo sobre mis pasos y reviso sin prestar atención a los libros que tengo en frente.
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Hasta Que Lo Efímero Se Acabe.
Dla nastolatkówSummer es... Summer. Ella no se puede definir en una sola palabra. Ella cree que las personas somos momentos y como todo momento puede estar lleno de felicidad, enojo, tristeza... Llenos de colores Teo, por otro lado, piensa que las personas, o somo...