Dioniso era el antiguo dios griego del vino, la diversión, y el teatro, conocido como el joven rebelde del Monte Olimpo, era quizás el más pintoresco de los dioses olímpicos (y travieso)
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HIJO DE ZEUS
Apesar de ser hijo de Zeus y Sémele (la hija de Cadmo y Harmonía), Dioniso no tuvo el mejor comienzo en la vida ya que su madre murió estando aún embarazada. La diosa Hera, quien es la esposa de Zeus, estaba celosa de la aventura ilícita de su esposo y con astusia persuadió a Sémele para que le pidiera a Zeus que se le revelara en todo su esplendor divino. Esto fue demasiado para la mortal e inmediatamente falleció. Sin embargo, Zeus tomó al niño nonato y lo crió en su muslo. La mayoría de los relatos describen a los sátiros y las ninfas como los cuidadores de Dioniso en su infancia y al sabio Sileno como su principal educador en el Monte Nisa, lejos de la ira de Hera.
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A Dioniso se le atribuye haber dado al hombre el regalo del vino. El dios le dio a Icario —un noble ciudadano de Icaria en Ática— el árbol de la vid.
A pesar de que el comienzo fue nefasto para la industria del vino (ya que se dice que asesinaron a Icario al pensar que la bebida estaba envenenada) se convirtió en una bebida extremadamente popular en la antigüedad. Los griegos solían beber vino diluido con agua (una parte de vino por tres partes de agua), mezclado en una vasija crátera grande. El vino se bebía en banquetes, festivales y fiestas privadas, en particular, en un simposio una especie de sesión informal de bebidas
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