I feel alive when we feel deep

2: Camiseta

Lee Kang-In voltea cuando escucha pasos apresurados acercarse a donde él y el resto del grupo están esperando para volver a su hotel. Gue-Sung se detiene junto a su amigo, respirando agitadamente como si hubiera corrido hasta ahí, y se aparta el cabello húmedo de la cara mientras le sonríe. Kang-In le mira de arriba a abajo y sonríe algo burlón.

—¿Y qué quería Ronaldo entonces?— pregunta, fingiendo inocencia. Gue-Sung parpadea y frunce el ceño, confundido, —¿Qué no fue a buscarte para hablar?—

—Ah, si. Nada, quería... aclarar las cosas.— responde Gue-Sung, claramente intentando mostrarse tranquilo, pero su cuello y orejas rápidamente se están poniendo rojas de vergüenza.

Kang-In asiente tranquilamente, haciendo una pausa antes de agregar, —Se ve que aclararon todo, hasta intercambiaron camisetas.

—¿Qué?

—¿Cómo de que 'que'? Traes la camisa de Cristiano puesta.— dice su amigo, y por la sonrisa y la mirada acusadora que le da, Kang-In sabe exactamente qué fue lo que pasó en esos vestidores en cuanto los dos rivales se habían quedado solos.

Gue-Sung se ríe nervioso, sus orejas poniéndose increíblemente rojas. Cuando se jala el cuello de la camiseta para acomodarla, Kang-In alcanza a ver un moretón sospechosamente con forma de dientes. —Si, eh, fue una muestra de amistad. Lo de... intercambiar camisetas.—

Kang-In se aguanta la risa apenas, pero suelta la carcajada cuando su amigo le da un codazo y esconde la cara en su hombro. Antes de que pueda seguir molestando a Gue-Sung, su director técnico llega para llevarlos hasta donde está su transporte. El resto del equipo no tarda en notar el cambio de uniforme de su número 9 y lo felicitan por arreglar el asunto con Cristiano después del choque en la cancha. El sonrojo no deja su cuello hasta que llegan al hotel y logra escabullirse a su habitación, argumentando que quiere darse un baño antes de cenar algo.