4: Cuerpo

170 8 3
                                    

Lionel sisea entre dientes y se aferra como puede a la banca mientras el dolor le sube por su pantorrilla y se extiende hasta su muslo. Trata de no tensar más los músculos, pero le puede más el dolor.

—¿Seguro que no quieres ir a que te revisen los médicos?— pregunta Memo con una mirada consternada, sin dejar de masajear con cuidado la pierna de su compañero. No parece nada grave, pero sigue creyendo que sería mejor dejar que el equipo médico decida si necesita más atención o no.

Messi niega con la cabeza, apretando los labios cuando siente otra vez las manos de Memo pasar por encima del músculo adolorido. —No, no, no es nada.

—Te estás retorciendo cada vez que te toco.

A pesar del dolor, Lionel suelta una risa y le da una mirada sugerente a Memo, —Siempre.

Memo se ríe también y le da una palmada en el muslo contrario, haciendo que de un grito ahogado y otra risa, —Callate pendejo, no me refiero a eso.— Para suavizar aún más el golpe, se inclina a dar un beso en donde acaba de golpearlo a juego. No pasa desapercibido el temblor que le provoca aquel gesto a Messi.

—Volvé a hacer eso.

Ochoa obedece, por supuesto. Le besa de nuevo en el mismo lugar, bajando un poco más hacia el interior del muslo; sus movimientos son gentiles, casi reverentes, mientras una y otra vez besa la piel delante suyo. Lionel lleva una mano a la cara de su novio, acariciando su mejilla con su pulgar. Memo sonríe y voltea para poder besar la palma de su mano. —Te amo.

—¿Me decís eso solo porque estás entre mis muslos ahora?— responde Lionel, negando con la cabeza de nuevo. Su expresión entera es cálida; su lesión, el partido, el resto del equipo, todo se siente muy lejos. En este momento solo existen Memo y él.

Memo se ríe y le da otro beso más en la rodilla, —Sabes que amo mucho tus muslos.— Otro beso, y esta vez deja sus labios contra la piel de Messi. —Pero te amo más a ti.


I feel alive when we feel deepDonde viven las historias. Descúbrelo ahora