Life Eternal

memories in the dark

El de cabellos largos se encontraba tirado en la cama de su habitación con los ojos cerrados recordando una y otra vez aquel día donde el único muchacho que logró conquistar su corazón permanentemente caía al otro lado del salón y luego el de cabellos largos y oscuros se acercaba a este para llorarle al cuerpo sin vida luego de que una joven de cabellos revoltosos y negros le haya lanzado un Avada kadavra con su varita apuntando chico de ojos azules provocando aquella herida en el joven Black que jamás se podría curar ni cerrar.

Sus recuerdos de aquel día eran cada vez más dolorosos, hasta el punto de tener sus ojos de color rojo de tanto llorar y recordar aquella triste muerte. El ambiente estaba silencioso, lo único que se escuchaban eran los sollozos del joven Black, ahogando sus penas por dicha situación, la cual sentía que jamás podrá superar. Había tomado decisiones sin pensar por aquella situación, mando a su prima a Azkaban y asesinó todo aquel que tuvo que ver con el ataque en el colegio, perdiendo el control y su ser convirtiéndose en una persona oscura y tenebrosa que jamás imaginó convertirse por una persona, pero no por cualquier persona, si no, por el amor de su vida.

Por otro lado James Potter,su hermano (no de sangre), se encontraba caminando por las calles de Londres a dirección al 12 Grimmauld Place para visitar a su hermano. Estaba con una fedora (sombrero) y con una vestimenta de unos zapatos color negro, un pantalón con el mismo color,una camisa Blanca, una corbata negra y un saco largo del mismo color que la corbata para no ser reconocido ni visto por las demás personas. Su cabeza estaba algo agachada para que no pudieran verlo yendo a visitar a Sirius. Degún lo que le comentaron en el ministro de magia había matado a un total de seis personas de un solo conjuro, eso era bastante grave ya que varios muggles vieron el accidente y tuvieron qué borrarle la memoria para que no recordaran nada acerca de lo sucedido, ya que pondría en peligro el mundo magico, haber hecho lo que hizo tomaría unos doce años en total en azkaban.

Finalmente había llegado al frente del Grimmauld Place, estaba mirando el lugar en la vereda del frente podiendo observar como puertas y ventanas estaban cerradas, probablemente hasta selladas con madera por dentro. Frunció el ceño algo confundido por dicha acción del mayor de los Black, cruzó la calle y tocó la puerta esperando a que el contrarío abriera esta, pero no hubo respuesta ya que el Black mayor se encontraba en un largo y profundo sueño, toco una vez más, pero esta vez más fuerte para poder ser escuchado, pero tampoco hubo respuestas del pelinegro. Soltó un leve suspiro y sacó su varita del bolsillo derecho que tenía dentro del saco y apunto a la cerradura para decir;

- Alohomora - susurro y las maderas que estaban clavadas a la puerta y la pared fueron lanzadas al otro lado del interior de la casa.

Probablemente había hecho un poco mucho de ruido peor aún así el joven Black no había escuchado nada y seguía durmiendo, al parecer estaba bastante cansado.

- Sirius - dijo en voz alta esperando a ser escuchado pero no fue así, cerró la puerta y empezó a caminar por el lugar, esperando a encontrarse con él.

Caminó por la cocina y lo había nadie allí, por curiosidad abrió el refrigerador de allí y pudo observar que no había ningún tipo de alimento, algo confuso cerró la puerta de este y se dirigió hacia la alacena y al abrir las puertas de estas de sorprendió al ver que no había casi nada, abrió cajones y puertas demás, pero tampoco había rastro de comida. Se dirigió a la sala de estar y observó que los cojines de los sofás estaban por toda la habitación, las botellas de alcohol vaciadas, tres vasos pequeños tirados en el suelo y una botella de whisky vacía en el suelo.

Esto se le hizo algo raro así que subió las escaleras, escuchando rechinar los escalones de madera, había mucho silencio y eso se le hacía algo extraño, llegó al final de la escalera topandose con el pequeño pasillo, observó las 3 puertas que se encontraban allí, dos estaban cerradas pero la tercera estaba entre abierta, así que decidió optar por esa y dirigirse hacia allí, al llegar al frente de la puerta abrió esta misma y pudo ver a su amigo acostado en su cama con lágrimas marcadas en sus mejillas.