♡CAPÍTULO 3♡
He conseguido que Savannah me perdone por lo de esta mañana al irme sin ella. Y, ahora que lo pienso, hice lo mejor que podía haber hecho. Si ella hubiese oído todo lo que William, mi comprador, me dijo, le habría pegado un par de puñetazos.
Y yo no habría hecho nada para impedirlo y todo se habría ido al traste.
Claro que las circunstancias son las que son, y, aunque suene duro, feo y triste, le pertenezco a William Blackburn durante un período indeterminado de tiempo.
Quizás mi inexperiencia le espante. No he tenido mucha experiencia con los hombres y él no parece ser del tipo de los que se conforman con poca cosa.
Mi esperanza es que se decepcione o se canse pronto de mí y, si Natalie despierta durante ese proceso, mejor. Mucho mejor.
Savannah y yo estamos abrazadas en el sofá, tapadas con una manta, mirando a Natalie. Luego de un rato conseguimos retomar el hilo de la conversación. He logrado convencer a mi amiga de que jamás, por el motivo que sea, se atreva a revelar que sabe todo acerca de mi acuerdo con William.
Podría irnos muy mal a Natalie y a mí y esa es su única motivación para prometerme que jamás hará nada que haga sospechar que sabe lo que ocurre realmente.
Pero es que si no lo pudiese hablar con Savannah me volvería completamente loca.
En aquel lujoso ático bañado en oro estoy sola. Más que sola. Y tenerla a ella para hablar de esto es muy importante para mi cordura.
No obstante, a pesar de todo, le he contado que William parecía un buen tipo. Que me agradó conocerle y que tuvimos una conversación interesante sobre Natalie. Además de que me respetó y no me tocó nada más conocerme, y eso es lo único que es cierto de todo lo que le he dicho. He tenido que mentirle porque la verdad ya tengo yo bastante con soportarla como para contársela a ella y que se preocupe todavía más.
–No has pasado una noche fuera y ya te echo de menos –me dice cuando, a la salida del hospital, nos estamos despidiendo.
–Y yo a ti. Pero estaré bien.
–Eso espero.
Vincent y Turner, mi ¿guardaespaldas?, observan de cerca cómo mi amiga y yo nos despedimos.
¿Es que no conocen lo que es la discreción o la intimidad?
Savannah interpreta su papel de un modo excelente y yo lo agradezco infinitamente.
Abrazo con fuerza a mi amiga, soportando las ganas de llorar porque no quiero irme y dejarla con esa última imagen de mí.
–Sé fuerte, Valerie. Sé valiente. Sé que puedes con esto, aunque no lo merezcas. Sé fuerte –me repite, implorando con la voz temblorosa y en un tono lo suficientemente bajo como para que solo yo pueda oírla –. Solo espero que si ese hombre es tan amable como dices te trate del mismo modo en todos los sentidos.
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Arrodillada
RomansValerie se ve obligada a entrar en la vida de un atractivo y millonario hombre con el que llega a un acuerdo. Será completamente suya a cambio de que mantenga a su hermana con vida. Pero el acuerdo no es lo que Valerie creyó que sería, y pronto se v...