RUD3! -Aonunete-

II

6:30 PM

Odio hacer esto, pero no dejas otra opción

No puedo vivir sin él

—Amigo... ¿No es esto allanamiento? 

Pregunta Rotxo mientras ayuda a Ao'nung a lanzar piedritas a una ventana de la casa Sully. Ciertamente estaba empezando a cuestionarse si su amigo estaba bien o debería aplicarle algunos sedantes.

—Para nada. Cállate y ayuda.

Dice mientras arroja otra piedra, pero parece nada dar resultado. Suspira sobando su brazo levemente adolorido por tanto arrojar piedras, piensa un poco y luego chasquea sus dedos. Rotxo siente que la respiración se le corta, sabe que cuando Ao'nung chasquea sus dedos es porque a tenido de todo menos una buena idea.

—Ven ayúdame.

Dice el Geljo mientras prueba la fuerza de una enredadera de tantas que la casa posee, enserio que los Sully son amantes a las plantas, una vez se cerciora de que es segura y firme le pide a su amigo darle un leve empujón para tomar impulso.

—¿Estás seguro de esto? No creo que una cara bonita sea para tanto viejo.

—Solo debes darle un vistazo y me comprenderías.

Dice mientras empieza a trepar la pared por las enredaderas, su objetivo es la habitación del tercer piso. Muchos dirán que esta exagerando pero, vamos, todo en nombre del amor ¿Ok?

—Ámame o ódiame, estaremos juntos de pie en ese altar.

Masculló el chico de cabellos rizados debido a la fuerza que esta poniendo para escalar el muro, sumándole su propio que peso del cual esta consciente que no es poco. 

—¡por Eywa! ¡No te caigas amigo!

Le grita Rotxo cubriendo parte de sus ojos, caer de tanta altura no es algo prácticamente lindo y mucho menos de ver.

O vamos a huir a otra galaxia, sabes

sabes que él esta enamorado de mi, él va a donde yo voy

Con esfuerzo estira su pie hasta el balcón más cercano, una vez lo logra es capaz de darle un descanso a sus brazos, su amigo desde abajo le victorea. Sinceramente el chico a hecho un gran hazaña. Ao'nung suelta un suspiro profundo y con confianza abre las puertas del balcón.

Y ahí estaba, el chico de piel chocolate de ojos bonitos. Su chocolate de ojitos lindos.

Con un sonrojo en sus mejillas entra a la habitación, como si estuviera en su casa, como si no fuera allanamiento y como si fuera lo más normal del mundo, entra.

—¿Hola?

Dice Ao'nung llamando la atención del chico, ¡Dios, jura que su corazón se detuvo cuando lo vio con esos ojos!  ¡Oh Eywa, esos Short de pijama lo están matando! 

El chico de trenzas muestra una cara de susto primero, luego una de confusión para luego fruncir el ceño. Al chico pez no le dio ninguna buena señal esto.

—¿Cómo has entrado? Más importante, ¿Quién eres?

Ao'nung Geljo pudo casi llorar pero se aguantó.

—uhm... Soy Ao'nung Geljo. Un... ¿Gusto?

—¿Geljo? ¿Como 'Reya?

Cuestiona, ¡¿Cómo es posible que conozca a su hermana pero no a él?! ¡Es un castigo de Eywa!