Mi propiedad | BKDK O.S.

Capítulo único

☢️ NO ESCUCHEN LA MÚSICA HASTA QUE LES INDIQUE ☢️

Holaaa. Bienvenidos a esta pequeña historia que hice con el corazón en la mano.

La verdad toca temas medio sensibles, tales como los problemas alimenticios, autolesiones, abuso sexual, consumo de sustancias ilícitas en menores, suicidio y bueno, ya se imaginan por donde va el hilo.

No soy muy explícita con todo esto, tal vez un poco con el tema del abuso sexual y las autolesiones, fuera de eso son breves menciones, pero aún así prefiero hacerles saber de esto para evitar incomodar a alguien o cosas así.

Como persona que está saliendo se sh y ed, sé que a veces incluso una pequeña mención puede ser el detonante para una recaída, así que léanlo bajo su propio riesgo, que yo ya hice lo mío advirtiéndoles, ya no es cosa mía si aún así lo leen.

No está de más decir que no es bueno romantizar ni normalizar las conductas presentadas en esta historia. No estoy de acuerdo con lo que el protagonista hace y mucho menos lo apoyo, aunque si leen les explico más abajo un poquis más a fondo mis motivos.

En fin, espero que disfruten esta lectura.

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Contemplarte.

A eso me limité durante gran parte de nuestra infancia.

Sé que muchas de las lágrimas que derramabas desde tus cortos cuatro años de edad fueron a causa mía, pero si yo no hacía algo te quitarían de mi lado.

Eres tan bonito con aquellos ojos tan verdes como una esmeralda, pecas salpicando tu pálida piel, aquellos rizos alborotados que muchas veces optas por no domar. Tu chillona voz llamándome por ese apodo infantil.

Eres todo lo que deseo, Izuku.

Y cuando supe que jamás tendrías un quirk no pude desaprovechar aquella oportunidad. Una parte de mi decía que debía estar para apoyarte en tu sueño, pero otra, aquella que hervia de furia cuando dirigias tu atención a alguien que no fuera yo... Esa parte de mi no quiso dejarlo pasar.

Te degradé de todas las formas posibles, te dije lo poco que valías, lo inútil que eras y que nunca cumplirías tu sueño porque solo eras un extra más del montón.

Y por un tiempo funcionó, hubo un tiempo en el que simplemente te rendiste, en el que incluso el símbolo de la paz y tu mayor ídolo había pisoteado tus sueños...

Y de no ser por aquel maldito día, posiblemente hubieras sido solo mío en poco tiempo.

De no ser por aquel villano de barro que me tenía preso bajo su viscosidad y tu instinto de nobleza corriendo hacia mí.

De haber sido más fuerte jamás hubiera despertado tu don.

Recuerdo perfectamente lo que sucedió en aquel momento, el cómo desesperadamente tratabas de quitar con tus pequeñas e inútiles manos el barro sobre mi mientras te ahogabas en lágrimas ignorando el hecho de que poco a poco de aquellas mismas manos desprendía una pequeña y casi imperceptible luz verde.

Una luz que se intensificó cuando aquel estúpido villano amenazó con usarme como recipiente para seguir esparciendo el caos.

Y ese fue el momento en el que de alguna forma que en todos estos años no he podido explicar, descubriste que habías heredado la telekinesis de tu madre.