[ d o s ] - Vas a ser mío.

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꧁ M O N I Q U E ꧂

—“¡Monique! ¡Monique! ¡Monique!”

—¡Monique! —la voz de mi madre, fuerte y demandante, hace eco por la pista. Está muy molesta y me mira con recelo—. ¡¿En qué estabas pensando anoche?! Escapar de casa para ir a una fiesta... ¿Cuándo vas a entender que no puedes comportarte así?

Estoy entendiendo la mitad de lo que dice, mi cabeza punza y mi cuerpo se siente como si miles de cuchillos se incrustaran en mi piel, al tragar saliva el dolor e inconfundible sabor agrio de la cerveza me provoca arcadas, que intento disimular.

—Mamá–

—No —su mano en el aire y justo frente a mi rostro me detiene—. Monique, tú concentración debe estar en la pista. ¿Crees que una fiesta va a hacerte llegar a la semifinal? No estás tomando en serio el trabajo que hemos hecho durante todo este tiempo.

—Me lo estoy tomando en serio —aseguro, pero su rostro decepcionado me demuestra que no lo cree.

—¡No lo estás! ¡La única cosa en el mundo que te pido es que vengas a la pista y patines! ¡No tienes que trabajar para ganar tu propio dinero, ni siquiera te pido ser la mejor en la escuela! ¡Solo patinar! ¿Y qué es lo primero que haces? —extiende las manos hacia mí para mostrar mi estado deprorable. Los patines apenas si están bien amarrados—. Esto no es juego, pero parece que lo es para ti. Estás en medio de la pista a punto de quedarte dormida sobre el hielo.

—Mi dispiace —me disculpo antes de que pueda continúar despotricando contra mí.

—¿Con quién estabas en esa fiesta? —mis recuerdos son algo borrosos. Recuerdo estar bailando con Elliot y luego tal vez besarlo, no lo sé, estoy un poco confundida. Pero existe una sola persona a la que recuerdo perfectamente.

—Leni —murmuro lo más bajito que puedo. Con la esperanza de que ella no me escuche, pero lo hace. Y su rostro deformado por el desagrado que le causa mi amiga se hace presente.

—Leni —repite con asco—. Siempre siendo una increíble influencia, ¿no? Su madre, ella, toda su familia me parece una...—se queda en silencio y da un manoteo al aire—...Si aún te dejo seguir siendo su amiga es porque tu padre es muy unido a los Klum. Así que, si deseas que tu amistad con ella continúe vas a tener que comportarte como si realmente te importara el patinaje.

—Me importa, pero también me importa seguir siendo una adolescente —es el peor error que puedo cometer. Responder justo cuando ella más molesta está.

—Señora Rosier —de la nada aparece mi segunda entrenadora, Bianca Collins, para interrumpir. Con su cabello perfectamente peinado en un moño, su traje gris y sus patines azules—. Tengo que irme. Pero espero pueda enseñarle a su hija cómo ocupar su tiempo correctamente la próxima vez que nos veamos.

Mi mamá no dice nada, se limita a respirar hondo y cambiar el idioma en el que me habla mientras la señorita Collins va a las gradas para deshacerse de sus patines.

—Guarda cosa hai fatto! E tutto a causa della vostra disobbedienza —«¡Mira lo que has hecho! Y todo por tu desobediencia» Bajo la cabeza derrotada—. È l'ultima volta che vieni sulla mia pista e mi manchi di rispetto in questo modo. Pensi che sia una bella cosa per la signorina Collins perdere tempo con te?

«Es la última vez que vienes a mi pista y me faltas al respeto de esta forma. ¿Crees que para la señorita Collins es bellísimo perder su tiempo contigo?» Tengo que juntar todas mis fuerzas para no poner los ojos en blanco. La señorita Collins siempre hace lo posible para no estar cerca de mamá; parece que la respeta y la odia a partes iguales.

Mozzafiato. 「𝐭𝐨𝐦 𝐤𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora