◞°❊ 𝑂𝑢𝑟 𝑓𝑎𝑚𝑖𝑙𝑦, 𝐽𝑒𝑜𝑛'𝑠 ❊; (2t) ᴋᴍ.(pausada)

🍒(6). ¿𝑨𝒓𝒓𝒆𝒑𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒎𝒆?.

Pero como podría él, olvidar el rostro de su madre, su mirada llena de frialdad, carente de brillo, pero sobre todo llena de orgullo, orgullo, mismo que Jungkook siempre detesto.

Jungkook ya no sentían temor, es más ya no sentía nada.

Ella nunca fue su madre, o el señor que lo miraba con asombro, su padre, su única familia son ahora, Jimin, Taeyan, sus bebés y sus amigos, ellos le dieron todo el amor que siempre busco, ellos ya no significaban nada en su vida.

La pareja de esposos salió rápidamente de su asombro. Escudriñaron con su mirada a Jungkook, para después dedicarle una mirada arrogante.

Muy típico de ellos, pensó el pelinegro volteando y buscando a su hijo con su mirada.

Taeyan se encontraba a unos metros de él concentrado en unas fresas con chocolate, parecía muy dispuesto a no dejar ni una parte de la fruta sin el dulce postre oscuro. A Jungkook le tranquilizó que su pequeño no estuviera prestando atención, ya que lo que menos deseaba era que este escuchara los comentarios de sus padres. Porque de lo que si estaba seguro era que estos no lo dejarían tranquilo mucho menos ahora que estaban uno frente al otro.

El pelinegro suspiró desganado, todo iba demasiado bien en su vida, y sabía que eso no era eterno, desgraciadamente.

— Pero mira cariño, ¿A quien tenemos aquí?, si no es más, ni menos que nuestro hijo traidor, el mismo que echó nuestro esfuerzo a la basura por sus estúpidos sueños.

La voz rasposa y llena de burla del hombre llegó a los odios de Jungkook, molestandolo en el proceso.

"Sin duda no habían cambio en lo absoluto". Se dijo amargamente, y sentía lastima de aquello.

La mujer sonrió con arrogancia, torciendo sus labios en una extraña mueca de desagrado al final. A ella le extrañaba ver lo bien que lucia su único hijo, pero ignoró aquello y asumió que seguramente el traje que esté usaba era una imitación barata.

— Así veo, mi amor, sabía que volvería a nosotros arrepentido por sus acciones. Pero colarse a una fiesta de alto prestigio es otra cosa. — Jungkook arqueo una ceja al escuchar aquella insinuación, él colado en la fiesta, Ja, que chiste. — Al parecer no lo criamos lo suficiente bien, por eso sus malas y estúpidas decisiones. — terminó de argumentar la señora Jeon, llevando la copa de vino a sus labios y tomando un sorbo esta misma.

Jungkook tuvo que morderse la lengua para no soltar una carcajada. La mejor decisión que había tomando en su vida había sido seguir sus sueños, y jamás renegaria porque gracias a eso tiene todo lo que hoy posee en especial el amor de su verdadera familia. Por eso no dejaría que los comentarios amargos de sus padres le arruinaran la noche.

— En primera, buenas noches señores Jeon, podría decir que es gusto verlos — sonrió con gracia confundiendo a los mayores — Pero seria mentira, en segundo no soy ningún colado en esta fiesta y por último ¿arrepentirme sobre mis decisiones?, eso jamás. Soy muy feliz ahora, no los necesite antes, mucho menos ahora. — comento sonriendo. Claro que era feliz y mucho, pronto seria padre de dos hermosos bebés y tenía un adorable hijo de 6 añitos, incluyendo al amor de su vida junto a él, su corazón bailaba de alegría.

La respuesta de Jungkook no les agrado para nada a la pareja, sus muecas de orgullo fueron convirtiéndose en muecas de molestia, ¿Si Jungkook no estaba allí en busca de su perdón?, ¿Que así en un lugar como ése?, se preguntaban.

El pelinegro no tenía ganas de hablar con los que alguna vez llamó padres. Toda esperanza que tenía que estos hayan cambiado a lo largo de los años, se fue a la basura.

Sin duda las personas no siempre cambian para bien.

— Entonces si no vienes a rogar por perdón, ¿que demonios haces en la fiesta de los Park? — escupió con altanería la mujer, sin dejar de verlo con molestia y desagrado. — Este nunca fue tu lugar, por eso mismo te largaste, ¿no?, para ser un profesor mediocre.