My Woman, My Love. |Wenclair G!P|

30

ENID POV

No hay mejor noche que pasarla en
los brazos de la persona que amas.
Definitivamente. La noche se pasó
muy rápido, en poco tiempo ya mi
mejor amiga volvía a entrar en la
habitación, despertándome con
el ruido de una maldición dicha
por lo bajo. Abrí mis ojos mirando
a la castaña sobarse su rodilla
izquierda, haciéndome reír por
lo bajo. Cuando me vio sus ojos
estaban entrecerrados y con el
ceño fruncido, después miré a la
pelinegra profundamente dormida,
y una sonrisa de enamorada apareció en mis labios, al verla
tan tranquila, tan en paz. Nuestras
posiciones no habían cambiado en
toda la noche, y su brazo aún me
rodeaba firmemente.

- Es la primera vez que la veo
tan tranquila desde lo qué te pasó.-
Susurra Yoko más cerca de mi
lado. Suelto un suspiro repasando
la línea de la mandíbula de la
pelinegra con mis dedos. -No quiero despertarla o que se muevan, pero realmente Darth necesita irse antes de que llegue tu familia, Endy.

-¿No puedes hacer algo para que
lleguen más tarde? - Le hago un
puchero, tratando de convencerla.
Estaba tan a gusto, no queria
moverme.

- Demonios, hacen una perfecta
pareja...- La escuchó susurrar, haciéndome sonreír.

-¿Te parece?- Muerdo mi labio inferior.

- Espero que sí, porque ya me
imaginé el resto de mi vida contigo
de mi mano.

Escuchó que dice Weds en voz
baja y ronca, casi haciéndome
saltar del susto, pero me detiene
sosteniéndome más fuerte entre sus
brazos para no lastimarme. Yoko
tiene una sonrisa en su rostro y
trata de sostener la carcajada que
quería salir por mi reacción.

-Lo siento, ¿muy rápido?- Hizo
una mueca al ver mi reacción.-
Es mejor que me vaya.- Empezó
a decir mientras me soltaba y se
sentaba para poder levantarse.

-¡Ens! –Exclamó Yoko entre grito y susurro. -¡Di algo!

-Wed, cielo. – Llamé viendo como
se ponia sus tenis.

– Enserio lo siernto, hablé de más.

-¡Weds!– Exclamé, haciendo que
detuviera lo que estaba haciendo
para mirarme.- ¡Me asuste porque
pensé que seguías dormida! Me
sorprendiste, eso es todo, cariño.
- La mire preocupada, no quería
que se fuera malinterpretando las
cosas.- Yok, ¿puedes darnos un
momento a solas?

-Iré a la cafetería por un café.-
Avisó antes de salir.

La pelinegra se quedó mirando en
dirección a la ventana que daba al
pasillo, se veía seria, pensativa.

-Lobita. Realmente espero que seas mi esposa algún día. Pero
no hablaré del futuro contigo,
porque se que tenemos obstáculos
que pasar para que haya un
futuro juntas, o quizás no termine
funcionando lo nuestro. Y lo siento
por decir esto tan pronto, no quiero
asustarte con estas cosas, pero solo
quiero que sepas el tanto amor que
siento por ti.- Suspiro.- Ahora
me iré, encontraré la forma de verte más tarde.

Se acercó y dejó un beso en mi
cabeza; y cuando iba a decir algo,
ella negó con una pequeña sonrisa,
para después darse la vuelta y salir
por la puerta. Algunos minutos más
tarde entró mi amiga mirándome
curiosa, con café en mano se sentó
en la silla de a lado de la cama antes de hablar.

-¿Qué ocurrió?- Preguntó
cuidadosa.

- Acabó de terminar una
relación de 17 años, y ahora me
estoy metiendo en otra con una
adolescente 15 años menor que
yo. ¿Estoy haciendo bien las cosas,
Yok?- Cuestione, repitiendo en mi
mente como la pelinegra me sonreía y salía del cuarto.