𝐄 | Lo único que tenía que hacer era aceptar un trabajo en las instalaciones del laboratorio de Corea del Sur, sin imaginar que estaría involucrada en los sucesos mounstrosos que desatarían un apocalipsis mundial.
"En la vida hay situaciones más di...
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CHAPTER FIVE la extraña página Web
𝔐iraba repetidas veces la hora en su celular. Gotas de sudor resbalaban por su rostro y otras se acumulaban en sus manos, aunque no había calor, sentía su frente arder al igual que sus cachetes. El dolor en su hombro no apaciguaba, empezaba a creer que se volvía peor. Los vecinos estaban reunidos a un lado de la primera planta, estando la pelinegra más apartada de ellos con su hermano.
Cojeando caminó adonde ellos para escuchar lo que decían. Se sostuvo de una columna oyendo a una mujer protestar para que abrieran otra vez la puerta ya que su hija estaba aún allá afuera.
—¡Malditos! ¡Mi hija sigue allá afuera! ¡Abran la puerta! ¡Por favor, haré lo que sea! — rogaba, aferrándose a un militar.
—Debemos vivir juntos para sobrevivir, lo más seguro es no salir o subir a los pisos de arriba— dijo Sullie débil— ¿Hay algún lugar en la primera planta que esté lejos de las entradas?
—Sí. Podemos quedarnos en la guardería. — informó la bombera, recibiendo la mirada de todos. — es más seguro.
—No. De ninguna manera— respondió la señora que anteriormente estaba desesperada por su hija.
—¿Y por qué tendríamos que hacerte caso? — cuestionó Sullie indiferente.
—Es la directora de la guardería...—su pregunta fue aclarada por la mujer que tenía a un perrito en manos, Bum.
Sullie sintió una mirada, por lo que buscando por todos lados sus ojos conectaron con el joven de lentes, lo que la hizo desviar su vista a otro lado rápidamente. La señora siguió negándose, hasta que fue interrumpida por la bombera que continúo hablando.
—Es posible que su hija también necesite ayuda.
—¡Por eso déjenme salir! Podrán hacer lo que quieran cuando me vaya...
—¿Y que vas a hacer? ¿Tienes algún plan? ¿Cómo sobrevivirás sola? Cuando hay muchos mounstros allá afuera que pueden matarla en menos de un minuto, así que déjese de berrinches y mire la realidad de la situación. — exclamó Sullie cansada por las irritantes quejas repetitivas de la señora. Ya le estaba dando jaqueca.
La chica, Eun yoo, le regaló una sonrisa, satisfecha por las palabras anteriormente dichas. Sullie se la devolvió igual.
—primero debe sobrevivir, sino, no podrá encontrar a su hija— habló Eun Hyuk acomodando sus lentes.
