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NAMJOON POV:

No han pasado muchas cosas interesantes en estos últimos días después de nuestro primer viaje juntos. Hemos estado muy ocupados. Yo, porque gracias al examen de admisión que presenté, estoy estudiando 3 idiomas diferentes y ha sido muy complicado para mí. Además, las cosas en mi trabajo han estado muy incómodas con Jimin, y he pensado en buscar otro trabajo, pero aún no estoy seguro. Jinnie también ha estado muy ocupado con su trabajo, pero ambos continuamos muy felices juntos, apoyándonos y amándonos incondicionalmente.

Pero, les voy a hablar de lo importante: como Jin, también pensé en un viaje, pero esta vez, solo para los dos. Preparé un viaje a Tokio para Jinnie. En el día de su cumpleaños, emprendimos un viaje a Tokio, una ciudad que siempre habíamos soñado visitar. Con nuestras maletas llenas de expectativas y corazones rebosantes de amor, nos adentramos en un mundo desconocido pero emocionante. Al llegar, la energía de la ciudad nos envolvió de inmediato. Nos maravillamos con los rascacielos que parecían tocar el cielo y las luces brillantes que iluminaban el horizonte nocturno. Cada paso que dábamos transmitía una sensación de aventura y descubrimiento. Juntos, por las calles estrechas y bulliciosas de Shibuya, donde el ir y venir de multitudes parecía un baile sincronizado, nos perdimos en la vastedad del mercado de Tsukiji, donde los colores y aromas de los puestos de comida despertaron nuestros sentidos más profundos. No podíamos resistirnos a la tentación de probar auténtico sushi en un pequeño restaurante tradicional. Mientras saboreábamos cada bocado, intercambiamos miradas cómplices, compartiendo la felicidad de estar allí juntos, sumergidos en una cultura tan diferente.En este recorrido por los templos antiguos, experimentamos momentos de serenidad y reflexión. El aroma a incienso impregnaba el aire mientras admirábamos la arquitectura impresionante y nos dejábamos llevar por la atmósfera sagrada. A medida que avanzábamos por las calles empedradas de Asakusa, Jin y yo encontramos un pequeño santuario. Allí, tomamos un momento para cerrar los ojos y pedir un deseo en silencio. La última noche en Tokio, en una azotea con vista a la ciudad iluminada, bajo las estrellas, compartimos nuestros sueños más profundos y prometimos seguir juntos, sin importar las dificultades.El viaje a Tokio dejó una huella imborrable en nosotros. Para mí, no solo descubrimos una ciudad fascinante, sino que fortalecimos nuestra conexión como pareja. Y así, mientras despedíamos a Tokio con una mezcla de nostalgia y gratitud, sabíamos que esta aventura solo era el comienzo de un viaje lleno de infinitas posibilidades para nuestro amor.

Incorrecto, cariño: NamJin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora