Un sólo ataque devastó el Olimpo
Un gran Cataclismo separa dos eras
Una profecía y la elección de un grupo pueden condenar a finalizar una era
Solo las Hermanas del Destino y Khaos pueden manipular las riendas de la vida de mortales y Dioses.
El Ic...
Era un nuevo día en Konoha, los Shinobi realizaban sus tareas rango 2, que consistían en realizar trabajo que los Civiles debían hacer, pero como eran tan flojos y se consideraban así mismos como miembros de la realeza denigrando a los shinobi como si fueran meros esclavos.
En la Mansión Uzumaki
Eran las 7 de la mañana y el joven Dios, estaba realizando sus tradicionales masajes y estiramientos, mientras con ayuda de Eros se untaba aceite de oliva. No era que no se tuviera fe, pero dentro de todo, la costumbre de realizar ejercicios así, no se quitaba. A su lado Konohamaru realizaba lo mismo que Naruto, preparándose para entrenar en ausencia del rubio.
Eros: estás listo
Naruto: si hermano
Eros: dudo que pase algo raro o malo, pero suerte
Naruto: gracias.
Konohamaru: jefe espero le patees el trasero a ese cíclope -dijo sonriente
Naruto: claro
Así Naruto procedería a tomar una de las vestimentas de entrenamiento que usaba con Ares para poder ir, sólo consistían en protecciones en sus pantorrillas y antebrazos, un yelmo con penacho rojo, capa roja, mientras dejaba su torso al descubierto, una espada en su costado y su arco y carcaj en la espalda.
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Naruto: debería forjarme una armadura, pero aún me dijeron que no entrenaré con Hefesto
Naruto desayunaría unos tazones que se había preparado, en su mayoría cereales secos, y preparados con leche y frutas, Kakashi había sugerido no desayunar, más no lo ordenó, aunque por las dudas en un bolso simple, cargaría un poco de comida para llevarse y almorzar algo.
En el campo de entrenamiento número 7.
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Eran las 8 de la mañana, mientras Sakura y Sasuke estaban allí esperando la llegada de Naruto, Sasuke se había sentado bajo un árbol, mientras Sakura, mirándolo con ojitos soñadores se sentó a su lado.
El rubio asomaría a la escena acompañado de sus lobos, mientras Sakura de forma molesta se acercaba para golpearlo y recriminarle, pero los Lobos enseguida se pusieron para defender a su amo
