Capítulo VI. La desaparición.

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Betty está sumamente preocupada. Automáticamente llama al celular de Armando, pero no logra comunicarse. La llamada va directo al buzón de voz. Le deja un mensaje y prosigue a llamar al hotel. Habla con el conserje, pero este le comunica que el doctor Mendoza nunca llegó al hotel. Ellos intentaron comunicarse al celular que él había dejado como contacto cuando hizo la reserva, pero no pudieron localizarlo.

Betty intenta no desesperarse y llama a la aerolínea. Primero la transfieren de sector y luego de hablar con tres secretarias distintas finalmente le dicen que el vuelo salió de Bogotá y llegó con normalidad a destino. Pregunta si el doctor Mendoza abordó el avión y la secretaria le comunica que no. En la lista de pasajeros que abordaron el avión no figura Armando Mendoza.

Completamente desconcertada Betty decide hablar con los padres de Armando. Luego de un momento desiste de hacerlo. No desea preocuparlos sin tener alguna información, pero a la vez no sabe que más hacer. Habla con Sandra y le pide que se comunique con su jefe para ver si él sabe algo sobre Armando. Sandra le transmite unos minutos más tarde que Don Mario no se ha comunicado con Armando desde el martes a la mañana antes de que saliese de viaje. Betty convoca un 911 urgentísimo para pedirle consejo al cuartel.

Bert: ¿Qué pasó? Sandra nos dijo que era urgente. Algún chisme del viaje de su jefe. Cuente, cuente.

Bet: No Berta. Es bien grave.

Sof: ¿Cómo así? ¿Qué sucede?

Bet: Hoy recibí una llamada de la secretaria de la doctora Garza del Fashion Group. Aparentemente, Don Armando no acudió a la reunión y tampoco se excusó. Querían saber si había habido algún problema con el vuelo o algo así. Intente comunicarme al celular, pero está apagado. Luego llamé al hotel, pero me dijeron que el doctor nunca hizo el check-in. Ellos también lo llamaron al celular para confirmar la reserva, pero no pudieron comunicarse. Después llamé a la aerolínea. Me dijeron que el vuelo salió a horario y no hubo problemas pero que Don Armando no lo abordó. No figura en la lista de pasajeros. Estoy muy preocupada muchachas.

Mar: Ay que estrés. ¿Le habrá pasado algo? Yo lo vi cuando se despidió de nosotras. Bajaba a buscar su maleta al parqueadero.

Ine: ¿Quizás Don Mario sepa algo?

San: Ya me comuniqué yo. El no habla con Don Armando desde el martes a la mañana.

Aura: ¿Y si llama a los papas de Armando?

Bet: Eso había pensado, pero no quiero preocuparlos.

Bert: ¿Y si llama a Doña Marcela?

Mar: Ella está enferma. Me comuniqué yo hace unos días y hoy me volvió a llamar. Está en su casa con reposo.

Sof: Entonces hay que avisar a los papas del doctor. Además, Doña Marcela con el genio que tiene últimamente es capaz de acusarnos a nosotras de la desaparición del doctor.

Ine: ¡Sofía, por dios!

Mar: Ay. Ya vamos a llamar a los papas de Armando.

Betty llama a los papas de Armando mientras las secretarias la observan. Ella habla con Roberto y le comunica que no puede localizar a Don Armando y que no ha abordado el avión. Roberto también se preocupa. Él había hablado con Armando antes del viaje. Su hijo le había pedido algunos consejos empresariales y le había contado en profundidad del posible negocio. Algo le debe de haber pasado y todos temen lo peor. Él es uno de los principales accionistas de una de las empresas de moda más grande de Colombia y Latinoamérica. Nadie lo menciona, pero la palabra secuestro pasa por la mente de todos. Don Roberto sale para Ecomoda para hablar con tranquilidad con las secretarias y llamar a la policía. De momento no le comunican nada a Patricia ni a Gutiérrez. Lo que menos quieren es que se arme un revuelo en la planta ejecutiva ni que aparezca Marcela a formar un escándalo.

¡Ya no me importa!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora