Happy End [XiCheng] 💙💜

Capitulo 3

Al terminar las clases, todo un episodio de desbordante imaginación fue interrumpido con un repentino abrazo apretado; Lan XiChen se separó dando pasos hacia atrás, ajustando una sonrisa amistosa para el recién llegado; un omega de agraciados rasgos, cabello y ojos castaños y una pequeña figura: Jin GuangYao.

—A-Yao, ¿no tenías trabajo hoy?— XiChen estaba sorprendido, no esperando ver hoy a su amigo después de las clases.

—Pedí el día libre para llevar a revisión a mi mamá.— el omega contestó, mientras caminaban juntos hacia la salida del colegio. —¿En dónde estuviste, gege? No te vi en el almuerzo.

Lan XiChen sonrió, pensando seriamente si debería volver a contar toda la historia del omega WanYin o guardársela para más tarde. Eligió lo segundo y simplemente se disculpó.

—Oye, llegar tarde para variar no es nada malo. No te preocupes por tus padres, ellos no deben saberlo nunca. Además, tengo entendido que tu primo te ayudó con las asistencias en clases.— GuangYao agregó cierta dulzura a su voz, señalando indirectamente hacia donde Wei WuXian estaba coqueteando con algunas mujeres beta.

Ambos prefirieron seguir su camino como si no lo conocieran.

Él era el mejor amigo de Lan XiChen, sin contar a su primo Wei WuXian, se podría decir que GuangYao era su único amigo de confianza.

A pesar de ser un omega recesivo, Jin GuangYao resaltaba entre los omegas del colegio como uno de los más atractivos e inteligentes; de no ser porque los alfas siempre buscaban "ventajas" sobre apariencia, ya tendría una gran fila de candidatos para pareja, en lugar de acosadores. Además, muchos solían discriminar a GuangYao por su condición económica y se decía que había obtenido su lugar por ser "el bastardo de un millonario". Los rumores no estaban tan lejos de la verdad, pues él era hijo del ex ministro Jin GuangShan. El mismo GuangYao no tenía miedo de decirlo si alguien se lo preguntaba y pasaría a criticar la irresponsabilidad de su padre, abandonando a su madre por otra mujer omega. Tampoco le importaban los peligros de revelar tal información, seguro de que su padre incluso mandaba vigilantes y él deseaba manchar un poco su reputación.

Este omega pasó de estar animando a su amigo, a lloriquear sobre lo mal que lo había pasado en la clase de deportes por usar ropa que no era parte del uniforme. Jin GuangYao destinaba todas sus ganancias del trabajo de medio tiempo a pagar las medicinas de su mamá, por lo que eso lo dejaba sin ninguna posibilidad para pagar las cuotas escolares o los uniformes.

Consiguió el uniforme de diario gracias a Lan XiChen, quien había dicho que su hermano WangJi lo había desechado porque no le quedaba más. En realidad, XiChen siempre estaba buscando maneras de ayudar a su amigo sin que se diese cuenta porque Jin GuangYao era reacio a aceptar que le regalaran las cosas.

—Perdona por lo del uniforme. Prometí que te lo prestaría...— Lan XiChen no pudo evitar volver a disculparse.

—No hay problema. Si mi padre no quiere que lo siga humillando, enviará dinero tarde o temprano.

Ambos caminaron varios minutos mientras conversaban, hasta que llegaron a la misma cafetería móvil donde Lan XiChen se había sentado por la mañana, en compañía de aquel omega que no podía sacarse de la cabeza.

Al parecer, la encargada también lo recordaba y se acercó con una sonrisita con una galleta de cortesía, seguramente pesando que este era un cliente fiel.

Uno de los beneficios de frecuentar los mismos lugares había dado frutos de una extraña manera. En otro momento, XiChen hubiese agradeciendo con una gran sonrisa en el rostro, pero en esta ocasión se quedó mirando la misma silla donde su amigo Jin GuangYao estaba sentado, teniendo la persistente imagen del omega tan fuerte y encantador que conoció por la mañana.