Si todo fuera normal| AU Kirihase

Gracias a ti aprendi a amar

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Los árboles de cerezo eran algo de las cosas más hermosas de todo Japón, adornaban cualquier lugar de un bello color rosado,  era algo que se reflejaba pureza y sobre todo...amor...

Pero una Chica no estaba tan interesada en aquellas cosas, no les importaban mucho, tal vez lo que mayormente anhelaba era vivir una vida pacífica y feliz junto a sus dos madres.

Su nombre era Hase Nijiro, iba al tercer año de secundaria,  era una chica algo distraída pero lista, se aseguraba de entregar sus deberes a tiempo, a pesar de sus aficiones favoritas...

Por lo general, era una chica que al llegar a su casa, encendía rápidamente la pc o la consola, y se empeñaba a pasar todos los niveles del juego reciente que compraba.

O en otras ocasiones, comenzaba a dibujar sin haber un mañana. No importando su técnica o estilo.

Era alguien muy talentosa, pero que no tenía tantos amigos de verdad, ya que se la pasaba mucho tiempo ocupada, podría decirse que su única amiga podría ser su maestra de arte.

Además de ser lista era guapa, pues tenía rasgos exóticos, ya que procedía del país europeo, Alemania, dado que sus ojos eran grandes y de un color morado, aún así debido al reglamento escolar su cabello era enteramente azabache azulado, siempre adornando un moño rojo.

Llevaba consigo ojeras, y su tez blanca delataba que no salía mucho de su habitación.

A lo que, a los demás siempre se referían como "fea" en algunas ocasiones o que no cumplía con los requisitos de belleza nipona.

A pesar de eso ella estaba orgullosa de quien era y todo el sacrificio que realizaba día tras día.

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-buenos días linda..

Dijo con una tranquila sonrisa, Tsuruko Hina, Maestra de Arte, un cabello castaño hermoso, y una mirada muy seductora, era la típica maestra guapa que enganchaba a todos, sin embargo la única amiga de nuestra protagonista.

-b-buenas diaaaaas Maestraa...

Dijo bostezando del cansancio, mientras caía rendida a una de las mesas, sintió la mirada de la maestra que tranquilamente se levantaba de su silla.

-no puede ser, que te trasnocharas de nuevo con tus juegos, ya casi se acerca la temporada de exámenes, deberías concentrarte más en eso no crees?

Giro su cabeza algo preocupada mirándola, ella de inmediato se sentó con una sonrisa que reflejaba seguridad.

-No sé preocupe mi señora, sabe usted que yo no bromeo cuando digo que derrotare a quien me supere-

-por favor, ahórrate tu discurso friki.

Nació un silencio por aquellas palabras, para que luego se convirtieran en carcajadas.

-Nijiro, quería pedirte, si no fuera molestia...entregar algo por mi esta tarde.

-Um claro, no hay problema maestra, pero...déjeme preguntarle, no debería entregarlo usted misma?

-Es que, primero me gustaría que salieras mas, no soporto que creas que eres "la única y especial" solo por tus juegos.

La chica abrió un poco la boca pero la cerro rápidamente, ya que después de todo tenia razón, rodo los ojos algo molesta por la comparación.

-Pero...también es por que estaré ocupada esta noche, arreglare todo para la ultima exposición que tendrán los del club de arte antes que se gradúen...

después de conversar un poco, le indico el lugar de entrega, pues era un puesto de fideos cerca de donde ella vivía, solo a unas calles de la escuela, le explico también la maestra que ella tendría que quedarse hasta muy tarde en la escuela por lo que le había explicado anteriormente.

Hase acepto, y después de unas horas de clases procedió a dirigirse al lugar que le había indicado su maestra...

...

Llego rápidamente al local que le había dado su maestra, el letrero en letras grandes "FATGUM" le pareció gracioso el nombre procediendo a entrar....

"ORDEN LISTA"!

se escucho en el establecimiento, la chica sonrojándose, con solo ver a uno de los chicos de allí, cabello negro algo desordenado peor con algunas mechas de color rojo, una sonrisa amplia y ojos rojos, demostraba que aportaba musculatura decente además de una bandana blanca en la cabeza para asegurarse que su cabello no llegara a la comida. 

-B-buenas....

Balbuceo la chica, el azabache se le quedo viendo unos segundos antes que llegara un rubio mas alto y mayor, mas o menos que la edad de su maestra, sonriendo al ver lo que ella llevaba en su mano reconociéndolo de alguna manera. 

-Hola! bienvenida a mi humilde Local, puedes pedir lo que quieras! viene por la casa...

-U-usted es el señor...emm Tai-Taishiro? La señorita Hina me mando a traerle esto...

-OH! g-gracias señorita, puedes tomar asiento..

las mejillas del rubio se coloraron para luego irse a la cocina, allí al sentarse pudo ver con mas detenimiento al joven que atendía, luego procedió a verla y sonriendo se le acerco.

-Wow! una chica pero que muy bonita! es la primera vez que la veo aquí, vas a pedir algo? le aseguro que Fat hace muy buena comida!

la chica aun roja,  se acomodo, luego se hizo una coleta con su cabello debido al calor del vapor y le miro con un poco de pena y timidez. 

-Q-quiero un ramen, por favor,  con eso estoy bien. 

-Fat! un Ramen de la casa por favor!

después de unos minutos se escucho su confirmación, allí el pelirrojo dirigió su mirada en la chica y luego dio una sonrisa. 

-Cuantos años tienes? pareces de 15, heh mas joven que yo.

-oh...en, en realidad voy a cumplir 18 años dentro de poco. 

el pelirrojo se quedo en shock, luego procedió a reír, pues resultaba que ella era mayor que el, al explicarle la chica también dio risas po la coincidencia. 

No era un chico edgy o uno que era serio e incluso de mal carácter para atraer a las chicas, era un chico normal,  pero realmente atractivo a sus ojos. 

tenia a sus dos mejores amigos que no veía en años, Minoru Mineta y Togata Mirio, ambos yéndose a una escuela diferente a la de ella cuando eran mas jóvenes, a lo que se acostumbro a la soledad y sin enamorarse de nadie. 

Tal vez uno que otro chico le llamaba la atención, realmente quería una relación como los otomes que jugaba...

pero al verlo...solo pensaba escribir su propia historia de amor con el...