- Te dije que giraras a la derecha.
Una paloma muerta en el impacto cayó sobre el parabrisas rompiéndolo por completo... bueno, de todas formas ya estaba estrellado. Ah y comenzó a sonar la alarma.
Minho me miró repentinamente calmado, cerró los ojos e inhaló un par de veces.
-Lo estás haciendo mal -señalé- Mi abuela murió por hacer mal el yoga.
Cerró los ojos con más fuerza y presionó el volante como si quisiera arrancarlo.
-¡Joven! Dios santo... ¿Está usted bien? -preguntó un hombre abriendo la puerta a mi lado- Venga, dejeme ayudarle... ¿En qué estaba pensando? -le gruñó el hombre a Minho- Es un acto de completa irresponsabilidad.
-Yo le dije que girara a la derecha -puntualice.
-Mire que poner en peligro la vida de este hermoso joven...
-¿Joven? -Minho me miró de arriba a abajo y luego hizo ademán de buscar algo en los asientos de atrás.
Me limité a fulminarlo con la mirada.
-¡Mi Toby! -gritó la ancianita corriendo hacia un enorme jarrón verde que, en el impacto, había quedado hecho pedacitos.
-Dejeme ayudarlo a salir, la policia ya viene en camino -aseguró el hombre.
-¡¿Qué?! -preguntamos/gritamos al unísono.
- ¡No tengo tiempo para eso! -se quejó Minho mirando el reloj del auto que, milagrosamente, aún servía.
-¡Mi Toby! -repitió la mujer tratando de unir los fragmentos.
Salí del auto y pensé en Jonghyun, él podría llevar las reseñas a la editorial mientras nosotros ibamos a prisión ya que, según parecía, no íbamos a salir bien parados de todo eso.
-Mi auto-se lamentó Minho al salir del auto y luego, por supuesto, se acercó a la ancianita.
-No es muy buen conductor -le aseguré en un susurro al hombre junto a mi y comencé a llamar a Jonghyun.
-Seguro, llego en cinco minutos...
-Genial, estoy en un estancamiento frente a un auto chatarra y una tienda de artesanias. Me localizarás rápido.
Y colgué.
Miré hacia el frente. Había una enorme y hermosa tienda de donas.
No pude evitarlo. Fui por ellas.
-Dos glaseadas de vainilla, por favor -pedí frente a la caja registradora-. Mira eso... ¿Chocolate? quiero tres... Oh Dios mio... quiero otras dos de fresa.
La mujer despegó la vista del frente y pidió la orden.
-¿Es increible no? -preguntó la chica volviendo a posar la vista en el accidente- Perder el control de esa manera al girar.
- Debió girar a la derecha -asentí depositando el contenido de un sobresito de azúcar en mis manos antes de llevarmelo a la boca.
-Me pregunto porque no lo hizo.
-Orgullo de ricos.
-Tus donas -me entregó la caja y le entregué el dinero-. Vuelve pronto.
Asentí con la cabeza y camine unos pasos de regreso al accidente. Minho me miró con una mezcla de incredulidad e ira contenida.
No me había dado cuenta de que la policía ya estaba interrogando a Minho.
- ¿Lee Taemin ? -llamó uno de los oficiales- Debo hacerle unas preguntas.
El oficial comenzó a preguntar que rayos había sucedido. Otro oficial interrogaba a Minho, así que ya no había tiempo de planear una mentira.
-¿Debo entender que usted ocasionó el accidente?
- ¡Él no quiso girar a la derecha!
-¡El se abalanzó sobre mi! -aseguró Minho al oficial del otro lado del auto.
-Eso no habría pasado si hubieras tomado el atajo -le respondí.
Me miró molesto. -Si no hubieras olvidado las reseñas nada de esto habría pasado.
-Y si tú no me hubieras obligado a tomar este estúpido trabajo esto jamás habria pasado.
- Y si tú no hubieras... -su mirada se posó en la caja de donas en mi mano- ¡¿Fuiste por donas?!
Los oficiales se limitaban a mirarnos ceñudos.
- Tenía hambre.
- ¡Mi Toby! - -se lamentó la anciana.
- Tenemos que llevarlos a...
- ¡No tengo tiempo para ir a prisión! Tengo que cocinar, mis padres vendrán a visitarme y...
-Es una lástima muchacho por que tendrá que acompañarnos.
Y así fue como caí en prisión... y esta vez no fue gracias a Jen.
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- Ya te dije que es de confianza, llegarán a tiempo.
-¿Como puedo confiar en alguien a quien no conozco?
-¡Hey Step! -saludé al preso de la celda junto a la nuestra.
- ¡TaeTae! ¿Cuanto tiempo sin...? Espera... ¡Te vi la semana pasada! ¿Ahora que hizo Jen?
-Mi jefe no giró a la derecha y chocamos contra una tienda de artesanias, larga historia... ¿Cómo estan los niños?
Sonrió. -Mejor, a Samy le dio varicela.
Minho me miró como si fuera el fantasma de Michael Jackson.
Y después de dos horas de charlas continuas con los internos... Rose (la amable secretaria) pagó nuestra fianza... con el dinero de Minho, claro.
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Perfecto Desastre [2min]
HumorLee Taemin tiene 23 años, mala suerte y una lengua con vida propia. Minho es un importante empresario de 25 años, serio, con enfoque al trabajo y un inexistente conocimiento de la palabra "diversión". Cuando ambos se ven forzados a trabajar en equip...