𝒯ℴ𝓇𝓂ℯ𝓃𝓉ℴ / ˢᵖʳᵉᵉⁿᵗᵉʳ

01!

Capitulo 1:Resonancias Silenciosas
ᶜʳᵉᵃᵗᵒʳ ° ᶜⁱᵈ ᴷ ᴹ

\(⚆Д⚆)/

Spreen tenía un don peculiar: sus oídos eran agudísimos. Podía escuchar el más leve crujido de la madera bajo el peso de alguien caminando a escondidas, el nado constante y molesto de algunos mobs desesperados por atacar a alguno de los integrantes de la casa, o incluso el murmullo de conversaciones privadas en habitaciones lejanas. Aunque eso lo hacía especial, también era una fuente constante de su irritación. En la casa que compartía con varios compañeros, el ruido era algo inevitable.

La base era grande y bulliciosa, con muchos residentes: Desde Shadoune, siempre ensimismado con sus posiciones; Piru y Farfa, discutiendo y puteandose de vez en cuando; Serpias y Sapnap, que frecuentemente organizaban reuniones; Diffrent, Cris y Goncho, cuya risa estruendosa llenaba las habitaciones; Amilcar junto a una nutira, llenos de una pación humorística negra; y Bana, que constantemente gritaba, aun si no era ataco por algun bicho. Cada uno con su propio ritmo, sus propios sonidos, y todos ellos hacían de la casa un caos constante para los sentidos de Spreen.

Para alguien con un oído tan agudo, vivir rodeado de tanto ruido era un desafío diario. Los murmullos, los gritos, y charlas turbias... todo era demasiado. Spreen, en su intento por encontrar algo de paz, había desarrollado una estrategia peculiar para aliviar su frustración: molestar a su "mejor amigo", Conter.

Conter a pesar de que no era un blanco fácil, hacia que Spreen se sintiera tan atraído por él cuando el estrés le rebasaba. Mientras todos los demás eran fuentes de ruido para él, Conter era la única persona con quien Spreen se permitía interactuar de forma diferente. A veces, cuando el bullicio de la casa le resultaba insoportable, entraba en la habitación que compartia con Conter, fingiendo necesitar algo o, simplemente, buscando conversación, aunque sus intenciones no siempre fueran amables. No era con mala intención, se repetía a sí mismo. Pero ver la cara de exasperación de Conter le daba un pequeño respiro.

Esto hacía que, muchas veces, buscara alguna pelea sin sentido, solo con el único objetivo de aliviar el ruido que retumbaba en sus oídos, entre quejidos e insultos del ya irritado conejo alfa por sus tan descaradas oportunidades de molestarlo.

Algunas de esas peleas empezaban por no haberle dicho los buenos días, solo porque uno pensaba que el otro estaba pasando el tiempo con algunas de las nutrias de Eon. O también porque uno era más egoísta que el otro.  A pesar de las constantes disputas, había algo que los mantenía atados en un extraño vínculo, como si cada enfrentamiento fuese un hilo más que entrelazaba sus caminos.

Conter, aunque fastidiado, parecía entender que estas peleas eran una forma en la que Spreen lidiaba con el mundo ruidoso que le rodeaba. Sin embargo, había días en los que el hibrido conejo simplemente no tenía paciencia para sus juegos. En esos momentos, las discusiones subían de tono y lo que comenzaba como una simple molestia se transformaba en un estallido de palabras hirientes. Pero, al final, siempre terminaban encontrando alguna forma de reconciliarse, aunque fuera de manera indirecta, como cuando uno se aparecía con un stack de materiales como madera o comida o una disculpa poco convincente.

Para los demás en la casa, las peleas entre Spreen y Conter eran una parte normal de la convivencia. Shadoune solía comentar que eran "como un par de abuelos discutiendo por tonterías", mientras Amilcar y Farfa apostaban sobre cuál de los dos cedería primero. Cris, por su parte, intentaba mediar de vez en cuando, aunque sin mucho éxito.

Sin embargo, las cosas no podían seguir así para siempre. Spreen sabía que su forma de manejar su estrés no era la mejor, y aunque no lo admitiera en voz alta, estaba empezando a sentir un creciente malestar. No era solo el ruido el que le afectaba, sino el hecho de que, en el fondo, se estaba alejando de la única persona en la casa con quien podía ser él mismo. Y eso lo asustaba...