¿Te Conozco? (KimChay +18)

SideStory - DimaCao (Part I) [+18]

N/A: ALERTA DE NOPORGRAFÍA. SI LES INCOMODA EL SEGGSO GEI, HUYAN.

Neta éste es uno de esos capítulos en los que me haría muy bien su participación y retroalimentación. Agradezco siempre el apoyo en forma de comentarios ❤️ a veces hasta se los leo a mi mamá ❤️

Por cierto, amo y me motiva muchísimo su entusiasmo, si tienen urgencia por un nuevo capítulo, sus comentarios pidiéndolo siempre son bienvenidos, me ayudan a enfocarme, sólo procuren ser gentiles y considerados, ya que me toma bastante tiempo sacar algunos capítulos. Besitos.

Los quiero mucho 💖 Espero que les guste.

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Por momentos le costaba trabajo creer lo débil que era, pero cuando veía a Dima a su costado, sonriendo y frunciendo los labios ligeramente mientras lo miraba a los ojos, se perdonaba a sí mismo.

Hacía menos de una hora estaba sufriendo en su habitación por él y, en ese momento, estaba yéndose a su lado quién sabe a dónde.

Pensó que regresarían a su suite o tal vez a la de Dmitri, pero en su lugar, estaba siendo conducido a través del hotel con camino al subterráneo.

Stanis y Sasha los escoltaban a un metro de distancia y otro par de guardaespaldas iban a la vanguardia. Caminaban sin prisas, uno junto al otro, empujando sus hombros, riéndose de tonterías y, ocasionalmente, haciendo algún gesto o caricia traviesa que delataba más de lo que en su situación era aceptable.

Cuando llegaron a la camioneta, Macao todavía no había hecho preguntas, pero en cuanto abordaron, con Stanis y Sasha en el asiento del piloto y copiloto, en medio de la oscuridad y el silencio de la Rolls Royce, Macao se aproximó al oído de Dima, quien no se molestó en ajustarse el cinturón de seguridad.

-¿A dónde me estás llevando? -Susurró, curioso, con los ojos clavados en el cuello ancho de marcadas yugulares y protuberante manzana de Adán.

-Shh. A un lugar. -Le respondió en voz baja ladeando la cara para hacerla chocar contra la de Macao.

Sintió los labios de Dmitri unirse a su rostro, deslizándose hasta el costado de su nariz donde depositó un beso. La quijada áspera por el vello facial se frotó contra su mejilla y los labios siguieron arrastrándose por toda la extensión de su perfil: el pómulo, la mandíbula y el mentón. Las puntas de sus narices se rozaron y pronto las comisuras de sus labios ya estaban una junto a la otra.

Ojos cerrados, manos inquietas e inhalaciones profundas que pasaban a través de dentaduras apretadas y contenidas. La mano de Dima se posó en la de Macao y tiró de ella para conducirla a su propia entrepierna y, a las risas, lo soltó cuando el otro reaccionó como si quemara.

-Ja ja ja. -La risita grave y medio burlona vibró dentro del vehículo y Macao le dio una palmada en el muslo. -Eres muy tímido, Babi. -Le dijo recargando la espalda por completo en el asiento, echando la cabeza hacia atrás y apuntando la cara al techo.

-Miti, te recuerdo que allá enfrente están tus guardaespaldas. -Musitó pelando los dientes en una mueca de hostilidad a la par que señalaba la parte trasera de los asientos. Dima encogió un hombro, tragó saliva y, sin despegar la cabeza del respaldo, giró sobre su hombro para encararlo.

-Ellos saben lo que vamos a hacer. -Respondió por lo bajo. Macao sonrió.

-No vamos a hacer nada.

-Eso dices ahora. -respondió Dmitri y Macao inhaló hondo con los ojos cerrados, balanceándose entre la excitación y la exasperación indistintamente.