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ENID POV

Me despierto lentamente y suspiro
tratando de acomodarme mejor,
pero sin éxito alguno cuando me
doy cuenta que me encontraba
entre los brazos de Weds. Sonrío.
Acaricio su brazo con las yemas
de mis dedos. Caricias delicadas
y cariñosas. Sonrío más cuando
veo cómo su piel se estremece. Su
mano se va a la mía y las entrelaza
haciéndome sentir la calidez en mi
corazón. Cómo puedo me giro para
ver su pacifico rostro pegado al mío, con su brazo en mi cintura
pegándome a su cuerpo sin dejarme
libre. Mi mano se va a su rostro
acariciando su mejilla, haciendo
que suspirara y se acercara para
meter su cabeza en mi cuello. A
pesar de sentir las cosquillas resisto
y acaricio su cabeza lentamente.

Poco tiempo después siento
pequeños besos en mi cuello,
haciéndome suspirar a mí. Aprieto
mi mano sobre su cabello como
reflejo, sintiendo como sus besos
de ser inocentes se convierten
en provocadores, podía sentir su
lengua sobre mi piel caliente. La
mano que mantenía en mi cintura
me aprieta deliciosamente antes de
meterla bajo mi blusa para tocar mi
piel.

-Te amo.

Escucho su susurro mientras sigue besando mi piel hasta llegar a mis
labios dándome un beso caliente. Su mano pasa a mi espalda con caricias que me ponen los pelos de punta. Arqueo mi espalda cuando su mano baja a mi trasero para apretarlo levemente. Pero mis pensamientos racionales salieron a la luz por un momento; si no parábamos esto se iba a encender más, y Xavier estaba en casa. Debíamos parar. Mis manos que estaban en sus hombros, se fueron a sus mejillas para tratar de alejarla un poco.

-Wed... cariño...

La escucho respirar entrecortadamente, y a pesar de
que podía sentir su excitación y su
necesidad, se apartó alejando sus
manos de mí.

-Lo siento- susurró. Niego
rápidamente.

-No, cielo. Lo qué pasa es que
Xavier está aquí, no podemos
arriesgarnos- digo en voz baja.

La veo asentir y tomar una larga
respiración. Me mira por un
momento y me sonríe antes de
levantarse haciéndome fruncir
el ceño. Al ver mi cara señala su
entrepierna con una mueca y
camina al baño, dejándome un
poco culpable. Pensando por unos
segundos, me levanto rápidamente
y aseguro que la puerta de mi
habitación tenga seguro para correr
al baño.

Abro la puerta sin tocar, viendo
que se echaba agua en la cara. Al
escucharme, me ve confundida.
Cierro la puerta detrás de mí y
me acerco para besarla con todo
el deseo que sentía por ella. Sus
brazos me envuelven con una seguridad y fuerza increíble. La
escucho gruñir cuando la empujo
a la pared. Su sonrisa era ardiente,
esa sonrisa pícara que conocí
después de nuestra primera vez.

Me pego a ella tomando de nuevo
sus labios, luchando por quien
mandaba. Una de mis manos
baja entre nuestros cuerpos para
meterse entre su ropa interior y
tomar su miembro en mi mano.
Gruñe, permitiendome ganar
la batalla de nuestro beso. Mi
mano se mueve, acariciandola sin
pudor alguno, mientras termino
mordiendo su labio. Cuando me
alejo un poco se queda con los
ojos cerrados disfrutando de mis
movimientos, haciéndola jadear.

-Oh, cielos...

La escucho decir en un suspiro
entrecortado. Sus manos están hechas puño por unos segundos
antes de abrir los ojos para mirarme con lujuria. Saca mi mano de su boxer para tomar mis nalgas
levantándome del suelo, y dejarme
en el lavabo. Sus labios se pegaron
a los míos iniciando otra danza
entre nuestras lenguas, Sus manos
recorrían mi cuerpo quemandome
por cada lugar que tocaba. Agarra
el dobladillo de mi blusa y me la
quita rápidamente para acercarse
de inmediato a mis clavículas,
bajando los tirantes de mi sostén
de encaje blanco con sus dientes,
mientras con una de sus manos lo
desabrocha sin vacilar. Lo deja caer
al piso para mirarme a los ojos por
unos segundos para después bajar
sus labios a uno de mis pezones,
haciéndome gemir. Agarro su
cabello en puño impidiéndole que
se aleje; besa, muerde y succiona el
otro mientras que el otro lo acaricia
con su mano. Me estaba volviendo loca, pero necesitábamos hacer el
menor ruido posible. Muerdo mi
labio con fuerza, sin importarme si
me sacaba sangre. Dirijo sus labios
a los míos al sentir la necesidad
de besarla. Sus manos van a mi
pequeño short de algodón, para
bajarlo junto con mis bragas. Mi
piel choca con lo frío del material
del lavabo haciéndome jadear. Al
quedar tan expuesta, la necesidad
de estar en la misma sintonía, me
hace alejarme un poco para quitarle su ropa. En cuanto termina vuelven sus labios a los míos, mientras abro mas mis piernas para enredarlas en su cintura sintiendo como su pene pegaba con mi entrada haciéndonos gemir. Mi mano en su nuca y la otra sobre su espalda sintiendo la necesidad aumentar sin piedad. Me muevo hacía delante haciéndole saber mis intensiones. Se aleja un momento para pasar una de sus manos por mi frente para apartar mi cabello de mi rostro sudado. Tomo su miembro con mi mano para dirigirlo a mi entrada, una de
sus manos se apoya en el lavabo
y la otra rodea mi cuerpo antes
de adentrarse mirándome a los
ojos. Gimo sintiendo una corriente
eléctrica de la cabeza a los pies.
Se mueve de adentro hacia fuera,
mientras yo enterraba mis uñas
sobre sus hombros. Sus labios
vuelven a uno de mis pezones para
besarlo de nuevo, el vaivén de
nuestros cuerpos incrementa su
velocidad, consiguiendo un placer
inigualable. Con Weds siempre era
así y lo disfrutaba como nunca lo
había hecho.

-Mierda, cómo te amo...

Digo entre jadeos haciéndola
sonreír, y la acercó para iniciar otro
beso. Su mano baja entre nuestros
cuerpos para tocar mi clitoris haciéndome jadear y gemir,
tapó mi boca rápidamente, sonríe
y me besa de nuevo para callarme.
Unas cuantas embestidas más
fue suficiente para que llegara al
orgasmo y rasguñará la espalda
de la pelinegra sin piedad. Mis
paredes se aprietan alrededor de
ella haciéndola después de mí.

Nuestras respiraciones estaban
entrecortadas cuando Weds unió
su frente a la mía con los ojos
cerrados. Nos quedamos en esta
posición disfrutando el momento.
Mi mano en su cabello y la otra
sobre su espalda, mientras que ella
se recargaba en mí con sus manos
apoyándose en el mármol. Salió de mí lentamente, haciéndome soltar un pequeño gemido. Se aleja y me mira con ese brillo especial que siempre tiene cuando me ve, amor. Sus manos se van a mi rostro
apartando algunos mechones de mi cabello con la misma ternura que
siempre tenía en mí. Besa mi frente
y se aleja dejándome vacía. Toma
una toalla y la moja para limpiarme
suavemente.

- Cariño, no tienes que hacerlo-
digo.

-Yo lo quiero hacer- Dice
sonriéndome de lado - te bañaría y
te traería tu ropa si pudiera, pero sé
que me tengo que ir.

Dice en cuanto acaba, para
acercarse de nuevo a mi rostro
para dejarme un pequeño beso en
mi mejilla. Me toma de la cintura
y me baja sin ningún problema.
Toma su ropa del piso y se viste
rápidamente, toma la mía y me la entrega.

-Me iré antes de que tú me corras
-ríe- gracias por dejarme pasar la noche contigo y por esta
maravillosa mañana.

Mi corazón vuelve a acelerarse por
sus dulces palabras. Nadie había
sido tan amable, dulce, cariñosa
conmigo. Así que solo la abrazo.

Si hubiera sabido lo que pasaría
después, me hubiera aferrado a ella
por más tiempo.

My Woman, My Love. |Wenclair G!P|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora