CAPÍTULO 42

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Jueves 17 de abril

No sé qué es lo que pasa conmigo. Deberia estar evitando a Elizabeth, pero todos los días cuando el coronel Fitzwilliam va a la parroquia, voy con él. No puedo negarme el placer de verla. Su cara no es hermosa pero me cautiva. He tenido la resolución suficiente como para no decir nada, por miedo a decir demasiado, pero mi silencio ha comenzado a ser notado.

"¿Por qué te quedas callado cuando vamos a la parroquia?" preguntó el coronel Fitzwilliam cuando regresábamos hoy. "Tú no eres así, Darcy".
"No tenía nada para decir".

"Oh, vamos! Te he visto hablar con obispos y con labradores. Siempre puedes pensar en algo para decirles, por mucho que protestes que encuentras difícil conversar con extraños. Y aún así cuando vas a la parroquia, no abres la boca. Es de lo más grosero. Por lo menos podrías preguntar por las gallinas de la señora Collins, y preguntarle a Mr Collins cómo le vienen los sermones, y si no puedes pensar en nada para decirle a las damas, siempre puedes hablar del clima".

"Lo intentaré ".

Pero en cuanto lo dije, me di cuenta de que no debo ir a la parroquia de nuevo. Si hablo con Elizabeth, no se sabe adónde nos llevará. Ella me mira extraño a veces, y estoy seguro que está esperando a que me declare.

¿Un casamiento entre nosotros sería realmente tan imposible? Me lo pregunto, pero siempre como respuesta, una imagen de su familia se eleva ante mí, y sé que lo sería. Así que estoy determinado a permanecer en silencio, porque por un momento de debilidad, lo lamentaré por el resto de mi vida.

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