La clase de historia.

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                     Al final, las almas gemelas se
                      encuentran porque tienen
                          el mismo escondite.
                             -Robert Brault

                             Lo otro eran simulacros.
                                  tú eres el incendio.
                             -Elvira Sastre

                                                                                              
                                Porque en los ojos
                                       correctos,
                               siempre serás arte.
                                                                     
                             -Jairo Guerrero





¿Por qué la vida a veces hace que la gente sufra tanto?
Seres queridos perdidos o más bien que nos los arrebató la vida, traiciones de parte de los que más confiamos, enfermedades, accidentes trágicos, amores imposibles...¿Por qué no simplemente es todo fácil y ya?
¿Por qué las enfermedades existen?
¿Por qué la gente fallece en los momentos más inesperados aunque sean felices?
¿Por qué en el momento que más necesitas a alguien, esa persona te abandona y es como si fueseis personas desconocidas que en su día tuvieron una historia y una amistad hermosa que uno de los dos terminará más en olvidar?
Muchas preguntas sin respuesta y supongo que nunca la obtendre o tal vez algún día. Aunque tengo una posible respuesta, la vida no entiende de razones ni de si hay buenas o malas personas, confiamos en quien no debemos y no todos son buenas personas.
Ahí estaba yo metida en mis pensamientos en la última hora de clase un viernes mirando a la nada y pensando en todo y en mi mejor amigo Asher, cuanto le echaba de menos, también estaba pensando en esta tarde salir con mi mejor amiga a una librería y comprar un libro de romance que hace tiempo me interesaba, honestamente el romance en cualquier cosa es mi género favorito, en películas, libros, series...a pesar de que ella lo odia, dice que es muy "ridículo y superficial" cosa que los lectores apasionados de romance sabemos que no es así, los libros de romance (algunos) contienen una química y un amor puro entre los protagonistas.
Su género favorito es el misterio a mi no me disgusta la verdad, de ese género me gustan las novelas de Agatha Christie. También tenía planeado tirarnos toda la tarde en mi casa hablando de todo y de nada, leyendo, compartiendo risas, creando recuerdos...
Mientras pensaba en todo eso teníamos historia con el profesor Harry, un señor que tendría alrededor de unos 50 años, el poco pelo que tenia era un pelo canoso brillante en los laterales de su cabeza, tiene unos ojos con forma de almendra y de color miel, era muy sabio y agradable solo que yo odiaba su clase y me dedicaba a leer o a pensar en sus clases es que, ¿a quién le gustaba la historia? Era una asignatura difícil de memorizar a pesar de que sacaba buenas notas, cada vez que escuchaba hablar de ella me daban ganas de dormir, mi madre siempre me dijo que me la intentase memorizar como si de un cuento se tratase pero, honestamente el cuento de la Caperucita Roja es más entretenido que esto.
-Señorita Ingrid póngase en pie y hágame un resumen de lo que acabo de decir para demostrar su gran atención en mi clase -ironizó mi profesor-.
-salí de mis pensamientos y carraspeé mientras todos los presentes me miraban, sentí que me juzgaban con la mirada y pensaban que estaba haciendo el rídiculo- perdóneme profesor Harry no estaba prestando atención.
-Salga conmigo fuera -dijo él-.
-Uhm -asentí e hice una sonrisa forzada-, a continuación salimos fuera de la clase y me reprendió.
-A pesar de sus buenas calificaciones en mi materia tiene que prestar atención en las clases, es una alumna brillante con una gran capacidad para memorizar según se, no puede hacer como si nada le importarse e incluso a veces saltarse mis clases, así que hoy recibirá un castigo, saldrá del colegio más tarde que el resto de sus compañeros concretamente a las ocho de la tarde y daré aviso a su madre sobre su mal comportamiento durante mis clases repetidas veces.
Mierda, ya no podría disfrutar de esa tarde -pensé-.
-Sí, estoy de acuerdo con usted perdóneme.
Avisaré a su madre y que no se vuelva a repetir -intervino mi profesor-.
Terminaron la clases para los demás excepto para mi que me encontraba sentada en mi clase al lado de la ventana haciendo deberes extra para historia y cumpliendo mi castigo, ya casi llegaba mi hora de mi salida, observé por la ventana, hacia un tiempo espléndido para ser diciembre aunque el sol solo engañaba ya que fuera había tan sólo 5 grados, eso marcaba mi teléfono.
-Mi sabio profesor entró por la puerta- ya te puedes ir a tu casa Ingrid -me dirigió una sonrisa mostrándome sus dientes levemente amarillentos-, el hecho de que el profesor fuma y ha fumado por años se ve a simple vista.
-Vale -recogí mis cosas y las metí en mi mochila negra de vans-.
-Pasé un buen fin de semana -le devolví la sonrisa-.
-Igualmente -salí del aula y del colegio-. La verdad mi colegio o más bien instituto era uno grande, teníamos dos canchas de fútbol, tres de volleyball, una de pádel y dos de baloncesto, también teníamos una biblioteca y varias salas de informática, a comparación de mi anterior instituto este era bastante más grande.
Desactivé el modo no molestar y tenía varias notificaciones de redes soliciales y WhatsApp, me metí a revisar mis mensajes.
Mateo♡
¿Dónde estas?, no te vi salir de tu insti hoy.
¿Estas bien?
Ingrid
Sí, tranquilo hoy salí muy tarde del insti ya que no presté atención en historia y mi profesor me castigó hasta ahora, acabo de salir.
Mateo♡
Te voy a buscar quédate ahí y hacemos algo juntos. En treinta minutos estoy ahí.
Ingrid
Vale! Gracias ♡.
Estuve saliendo con Mateo los últimos 4 meses, era un chico encantador con un frondoso cabello pelirrojo y unos preciosos ojos color miel, era más alto que yo, media 177 centímetros mientras que yo media 166 centímetros, tenía un bonito arete de plata en el orificio derecho de la nariz, lo conocí hace años en mi anterior instituto, honestamente no me enamoré a primera vista, de hecho creo que nunca lo he hecho, me parece algo superficial, nunca he creído en el amor a primera vista, es surrealista enamorarte de alguien solo por su apariencia apuesta. Pero si me enamoré de él en parte de eso pero hasta que le conocí no empecé a sentir las famosas mariposas en el estómago.
-sonó mi movil-.
Era mi mejor amiga la cual iba al mismo instituto que mi novio, en este instituto yo no conocía a nadie. Mi madre, mis hermanos y yo nos tuvimos que mudar por el trabajo de mama al centro de la ciudad y debido a la distancia a mi anterior instituto ese ya no me correspondía por zona así que me vi obligada a cambiar de instituto a este. Me pasaba los recreos en una esquina leyendo, no me molesto en conocer a nadie no creo que la gente valga la pena excepto los que ya conozco. Evito conocer a más gente creo que en el fondo por el miedo al rechazó y a que me juzguen y también porque cuanta más gente conozcas y quieras más gente podrá traicionarte o hacerte daño.
Yo era una chica de pelo castaño oscuro o negro no lo sabía bien, había gente que decía que lo tenia negro y otra que lo tenía castaño, tenía unos ojos verdes oscuros y tenía en la cara unas pocas pecas casi im0osibles de ver pero ahí estaban, era bastante torpe, despistada y desconfiada, insegura y a veces expresar mis sentimientos se me hacia difícil y eso hacia que mucha gente se alejara de mi y se me quedará un nudo en la garganta imposible de deshacer, aunque supongo que todo eso en algún momento sale de alguna forma, adoraba leer, los gatos, la lluvia, la música y las películas de romance como Crepúsculo, oh, como amaba esa saga, aún recuerdo la primera vez que la vi, pagaría por verla otra vez como por primera vez, era una tarde de invierno, tenía unos 11 años, en mi casa desde hace años ha sido tradición ver una película todos juntos todas las semanas, esa semana mi madre propuso ver Crepúsculo, la verdad el título me sonaba ciertamente familiar.
En esa misma tarde nos pegamos un maratón de Crepúsculo, claro, mi madre y yo, mi hermana era muy pequeña para enterarse de nada y mi hermano empezó a repudiar la saga después de los primeros veinte minutos de la película y se marchó. También amo Spider-Man, me lo vi porque a mis anteriores amigos les gustaba y tuvimos una conversación muy polémica de cual era el mejor Spider-Man aunque no pudieron cambiar mi opinión, el mejor Spider-Man sin duda es el segundo, Andrew Garfield.
-Encendí el móvil-.
Alice
Hola tía, ¿qué tal?
Ingrid
Bien, supongo.
Alice
Vale.
Ingrid
¿Y tú?
Alice
Bien, ¿mañana quieres que salgamos a algún sitio?
Ingrid
Si, pero si quieres podemos hacer una cosa que se me ha ocurrido.
Alice
Dispara.
Ingrid
Podemos ir a comprar el libro que tanto quiero y el que quieres tú y después ir a mi casa, hacer chocolate caliente y palomitas y ver una película.
Alice
¿Chocolate caliente con palomitas? A veces eres tan rara Ingrid que me pregunto cómo eres mi mejor amiga pero bueno me parece buen plan.
Ingrid
Oye no te metas con mis extraños gustos y tampoco que es que tú seas la persona más normal del mundo JAJAJAJ :) .
Alice
Bueeeeno, también es verdad, supongo que por eso somos amigas por que las dos somos muy raras.
¿A que hora quedamos en la librería?
Ingrid
A las 17:00, por la mañana tengo que estudiar que se acercan los finales, bueno me tengo que ir que mat me viene a recoger, adioooós♡.
Alice
Adiós pillina.
Ingrid
Te voy a matar y no es una broma.
Alice
JAJAJAJAJAJAJ es broma, tranqui.

Apagué el móvil y me dirigí al coche de mat, un citroen de color azul marino antiguo que antes era de su padre hasta que se compró uno nuevo, él esta apoyado en el capo esperándome, llevaba una chaqueta de cuero negra, una camiseta con abertura en forma de arco y unos vaqueros grises y ajustados. Cuando llegué nos fundimos en un abrazo y nos dimos un beso breve.
-Hola-dije ruborizada-.
-Hola ingrid como que estas un poco colorada, ¿no? -se rió-.
-Le empujé delicamente con el hombro mientras el seguía riendo y me contagió su risa-.
-Paro de reír- bueno, ¿dónde quieres ir?
-A una hamburguesería tengo un hambre terrible, ya son las 8.
-Vale, vamos-me dedicó una sonrisa mientras me abría la puerta del copiloto-.
-Uy estas más caballeroso de lo normal ehhh -me metí en el coche-.
-Siempre lo soy -me guiñó el ojo, se metió en el coche y condujo hasta la hamburguesería más próxima-.
Ya ahí, me pedí una hamburguesa de pollo y unos nuggets acompañados de una Cola zero-zero.
-Hamburguesa de pollo y nuggets que combinación -ironizó-.
-Ajá, calla. Bueno cambiemos de tema, ¿qué tal van las cosas en tu instituto?
-Bien pero te echamos de menos.
-Y yo a vosotros.
-Es imposible no extrañarme a mi, ¿no me ves? -hizo una sonrisa pícara mientras ponía una postura de galán-.
-Arrogante.
-Puso los ojos en blanco-antipática.
-Y bueno lo tendrás que soportar.
-Y tu mi arrogancia-nos sonreimos-.
Esa noche me lo pase muy bien y a las 22:00 llegue a mi casa y me despedí de mat con un pequeño y bonito beso.
Cuando entré por la puerta recé para que mi madre ya se hubiese ido a dormir o que no me echase la bronca por que me hubiesen castigado pero para mí mala suerte estaba sentada en nuestro sofa color crema mirándome con un semblante serio. Mi madre era una mujer hermosa tenía un cabello salvaje, rizado y marrón y tenía unos ojos castaños preciosos.
-hola ma... -no pude terminar la frase porque ella empezó a hablar-.
-Ven -me ordenó- me dirigí hasta el sofa y me senté a su lado-.
-¿Estas bien? Hoy me han llamado del instituto y me han dicho que no te estas tomando en serio las clases y estas... Pensativa, ¿ha pasado algo que yo no sepa?
Mi madre no parecía enfadada pero si preocupada por mi.
-No, solo no me gusta historia y simplemente pensaba en cosas por el aburrimiento y en un libro muy triste que me he leído.
-se rió- tú y tus libros, algunas veces me pregunto cómo eres capaz de leer tanto.
-Es muy entretenido, cuando quieras te presto uno.
-Vale, vale haré el esfuerzo por ti aunque sabes que ese género de libros no me gusta mucho.
Yo me pasaba la vida con la cabeza metida en los libros, mis favoritos eran los de romance amaba la forma en que se amaban los personajes y siempre había aspirado a vivir una historia igual, aunque mat no fuese como los personajes de libros para mi era el ser más perfecto que nunca había conocido. No había a nadie a quien yo mirase de esa manera y que al oír tan sólo su nombre se dibujase una sonrisa en mi semblante.
-Bueno, no pierdes nada por leerte alguno...
-No me cambies de tema Ingrid, que no se vuelva a repetir lo sucedido ¿vale?
-De acuerdo, perdón.
Tenía claro que me volvería a sumergir en mi pensamientos inconscientemente pero iba a intentar no hacerlo, al menos no a menudo.
-Me envolvió en un cálido abrazo- a ver háblame de ese libro en el que piensas tanto.
-Pues...
Mi madre era como una mejor amiga para mi, ella siempre estaba ahí y confiaba en ella plenamente, le contaba absolutamente todo, Alice envidiba un poco la relación que tenía yo con mi madre ya que ella con la suya no tenía tanta confianza como para contarle incluso si le gustaba algún chico.

Como Si Fuéramos Luna y Sol♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora