La vida es tan extraña que no siempre sabemos o entendemos de lo que pasa a nuestro alrededor, nos confunde y buscamos respuestas, pero mientras más avanzamos en edad, las respuestas que antes nos convencían pierden ese sentido.La experiencia y sabiduria nos hace cambiar los pensamientos, ideas y valores de manera tan radical, que hasta tu yo joven se sentiría confundido con tu yo más viejo.
Incluso, ahora sentada en el patio de mi pequeño y acogedor jugar, pienso en cada decisión que he tomado alrededor de mi vida, junto a una buena música por mis audífonos y un taza de té de menta, puedo nadar entre mis pensamientos y memorias.
Pero una de ellas, la que más me he cuestionado en estos más de 50 años de vida, de si fue o no una buena decisión la que tome esa tarde, muchas veces quisiera decir que cada que lo analizo las respuestas son si pero seria una mentira.
Me había puesto a pensar en si esa decisión se cambiará, me arriesgo a pensarlo y creo que hubiera sido una buena vida, pero…
La brisa primaveral rodea todo mi patio, dándome un refrescante soplido dulce, haciendo que nuevamente recuerde ese momento.
Era solo una chica de 15 años, aún iba a la escuela y que tenía en mente las preocupaciones más sencillas, el de tener buenas calificaciones, cumplir mi sueño de viajar y ayudar a mi dulce madre.
Pero toda esa semana había sido un completo infierno.
En el colegio que iba había un grupo de 5 chicos que iban en el mismo año que yo, dos de ellos iba a salones diferentes y el resto iban en el mismo salón que el mio, y eran considerados los más revoltosos de todo el grupo.
Sus bromas y ataques; por así decirlo; hacían la vida de cuadritos a muchos de los jóvenes del colegio, en ese grupo estuve yo por un corto tiempo.
Al ser catalogada como una buena estudiante y marcada como la "come libros" del salón, muchas veces fui blanco de dicho grupo.
Y aunque muchos los detestaban; incluso rozando el odio; muchos los admiraban ya que al pertenecer al equipo de basquetbol de la escuela y traer casi el invicto durante toda la temporada, sumándole que todos son atractivos de una manera muy general.
Altos, cuerpos atléticos y rostros de modelos
Tenían a una parte admirandolos y la otra parte temiendoles como odiandoles, yo me encontraba en el segundo grupo por un buen tiempo, ya que sabía que esos chicos no temían a nada, menos a una expulsión.
En fin, esa semana la había considerado una de mis peores en toda mi joven vida, empezando con que no pude entregar mi trabajo practico de biologia, aquel que me había tardado 2 semanas en hacerlo, ya que el docente había dicho que equivalía al 30% de la calificación final de dicha materia.
Ese día había llegado temprano al salón de clases, mis demás compañeros estaban haciendo mucho ruido, conversaciones en todos los volúmenes de voces, chicos que iban de un extremo al otro, pidiendo ayuda para terminar sus proyectos, otros terminando los detalles ahí, y así.
En mi caso, faltaba algunos detalles para terminarlo y para eso necesitaba hacer fotocopias de un libro que había traído, dejé mi bolso en mi asiento y mi carpeta sobre el pupitre para irme rápidamente a la fotocopiadora que estaba a dos salones adelante del mio, ese fue mi mayor error de ese momento.
Había tardado menos de cinco minutos en ir y venir de la fotocopiadora, cuando ingreso al salon y veo el panorama sentí que algo se iba iba de mi cerebro, uno de los integrantes de dicho grupo rebelde estaban aventando papeles al aire, y los otros dos que estaba en mi salón los tomaban del aire para arrugarlos con fuerza que terminaban teniendo la forma de una pelota de tenis, las pocas hojas que no cayeron en sus manos caían al suelo, siendo pisadas por ellos al caminar, riendo sin parar
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Decisiones
Short StoryLas decisiones que tomamos no siempre son grandes para cambiar todo... ...Muchas veces son pequeñas ▪︎ Ideas creadas en la madrugada ▪︎Portada a quien corresponda