Capítulo 3.

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El aura de un demonio era de temer, la magia era como los pequeños poros que respiraban en tu piel. No era inoloro ni incoloro, la magia era una sensación, que podías sentir y transmitir para otras criaturas, para una criatura vital, era difícil estar frente a un demonio, aquellos su magia se manifestaba como un aura de magia negativa, llegaba afectar tus sentidos.

Mientras que, para la vital, siempre era tranquila como la misma naturaleza, existían criaturas que podían transmitir su conexión con la naturaleza y hacerla crecer, o en las fuertes heridas sanar.

Para Park Jimin ahora luchaba por mantener su postura inclinada frente al maldito demonio, el cual rey desconocía la presencia del criado que pusieron a su cargo, fue apenas un vaivén del rostro de la Divinidad, que Yoongi descubrió que se trataba del mismo chico descarriado.

El rey demonio, quería entender su acción para ser castigado de aquel modo, su cabellera rubia ya no estaba, tan poco las finas ropas con la que fue traído, sin mencionar la grandeza a su postura que lo caracterizaba.

Era un ser cualquiera, entre los cautivos que le servía.

Jimin en una postura del rey, que deseo entender del hada, se acerca en manos temblorosas hacia la armadura dorada, Jimin intento retirar las piezas pesadas, llevándose la horrible sensación de quitar la capa hecha con criaturas masacradas y la armadura con carne molida y sangre oxidada.

Jimin no podía creerlo, ahora el rey con marcas de sangre se había marchado hacia su gran mesa para degustar de su festín y el joven tras acomodar la armadura en el perchero se acerca, no aguantando más, el sepulcro silencio.

−Tu mesa esta llena, mientras tu desperdicias la comida que podría ser para varias familias, una parte de tu reino muere de hambre en las mazmorras. −Maldice Jimin sin poder ver tal diligencia− Y esas marcas paganas, que luces con tanto orgullo... Solo son vidas de inocentes...

Quedaba viendo al joven rey de piel pálida como la luna, cubierto de brazos desnudos en una piel oscura. Todos sabían que la sangre de otra criatura cuando era derramada, se le quedaba como maldición una marca pagana y adivinaste, el rey estaba cubierto, desde sus clavículas bajas y brazos.

Yoongi no era sordo, en una habitación silenciosa, podía escuchar los pasos descalzos del chico o los torpes movimientos de su armadura, que no lograba sostener contra el suelo. Ahora el chico, estaba a un lado suyo, en busca de pelea.

El menor no podía creer la desvergüenza del rey, devorando un gran trozo de carne que es destrozado con apenas dos colmillos. Jimin aguanto las ganas de vomitar de algo tan vil, mientras que Yoongi sonríe ante su entretenimiento.

−Las mazmorras reciben el trato que deben, son rebeldes y tienen que ser tratados como tal.

−Los mismos que levantan este maldito castillo, merecen un trato digno. −Se irrita el menor viendo al demonio− Asesinas a los inocentes, que traen la comida a tu mesa desde otras tierras y ahora a los esclavizas los haces morir de hambre. ¿Qué quieres que suceda?...

El rey demonio concluye por devorar su bocado, siente su dolor de cabeza no parar hasta alguna respuesta. Es por eso que, con una mirada más seria, sus ojos violetas, hacen temblar a Jimin

−No pedí que te trajeran para explicarme como funciona la cadena alimenticia. ¿Por qué iba importarme? −Con un pañuelo limpia el resto de sus manos pálidas− Si se tiene que cambiar aquel ciclo de tu especie, el canibalismo siempre es una buena opción.

− ¡Eres un vil! ¡Una sin vergüenza serpiente!

En la impotencia de la salvaje divinidad, se acerca frente la mesa a pesar de las serpientes que le silban con venenosos cuchillos. Todo cambia cuando de la mesa del demonio toca el filoso cuchillo con intenciones de herir el demonio, pero Min Yoongi ni si quiera se inmuta.

Estaba seguro el menor que amenos eso provocaría algo, pero en su rabia sabia que lo estaba provocando, que lo que estaba por hacer no era correcto. Es por eso que el filo del cuchillo lo cambia para su dirección, los músculos de Yoongi se tensan de la estúpida decisión.

−Devoras a mi raza sin importarte nada...

− ¿Vas a matarte?

− ¡No tú lo harás! Ya estoy acostumbrado, que me torture tu especie, antes de que puedas devorar a alguien mas de mi especie. ¡Entonces hazlo conmigo! Toma este cuchillo y mátame de verdad...

La divinidad, estaba seguro de que lo iba apartar, en cuanto recorre la silla hacia atrás. Estando de pie se acerca al joven que aprieta fuerte la cuchilla, hiriendo de un corte su mano, en una mirada fervientemente, posa sus ojos encima del chico.

Los ojos del rey demonio eran tan crueles como los recordaba.

Eran los profundos ojos de Jimin, que al fin muestra dolor, entendiendo el mismo demonio que no era un Dios para soportar toda clase de dolor. En la herida en su mano lo sentía, al igual que el golpe en su mejilla.

El rey demonio sin mas perder el tiempo, decide retirarse, dejando al menor con las palabras en la boca. Jimin no puede soportarlo, cuando cierran la puerta en su cara, guarda el cuchillo en su traje, viendo con dolor la herida en su mano.

En la mente de Jimin estaba ahora la diferencia del demonio, en la que nunca cubriría sus manos de esas marcas paganas.

En la mente de Jimin estaba ahora la diferencia del demonio, en la que nunca cubriría sus manos de esas marcas paganas

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Salvaje Divinidad. [🎶] Yoomin. ¡TERMINADA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora