Único

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Jeongin salió del baño envolviéndose en su bata de seda azul. La casa, como era habitual, tenía la mayoría de las luces apagadas, a excepción de la que estaba usando. Incluso con este hábito, Jeongin le temía a la oscuridad.

Caminó hasta su cuarto que estaba a unos pocos pasos, tanteó la pared hasta dar con el interruptor. Suspiró al notar que la puerta de su armario estaba abierta, debía arreglarla pronto. La cerró, colocando una gomita en ambos picaportes para que no se abriera de nuevo.

Prendió la luz que tenía en su mesita de noche para apagar la principal, la luz del baño seguía prendida en caso de necesitarla durante la madrugada. Programó la alarma de su celular, y prendió la televisión. Noticias sobre economía, el pronóstico del clima y desapariciones de algunos jóvenes. Decidió que no quería seguir viendo el rostro de esos jóvenes, no si quería dormir tranquilo esa noche, por lo que cambió de canal a uno infantil y le dió la espalda a la pantalla para intentar conciliar el sueño.

No estaba seguro de si había dormido algo, solo sintió que había cerrado los ojos. Sin embargo, el ruido de la puerta del armario lo terminó de despabilar. Se quedó quieto, tratando de entender qué pasaba. Miro la pequeña apertura, concentrándose en el espacio negro, tratando de distinguir algo. Fue en ese entonces cuando se dio cuenta de que la luz de su mesita no estaba prendida, y solo la lluvia gris en la televisión, que indicaba que no tenía señal, iluminaba levemente la habitación. Giró la cabeza en dirección al pasillo, solo para observar cómo la luz del baño se apagaba. Respiró hondo tratando de calmarse, no era la primera vez que le pasaba.

El sonido de uñas rasgando lo que parecía ser madera inundó sus oídos. Llevó su mirada hacia la esquina izquierda de su habitación, cerca de la puerta. Como siempre, él se encontraba ahí.

Una masa color negro, casi transparente, se deslizó hacia abajo. Desapareció bajo la cama una vez que tocó el suelo. Jeongin aprovechó para incorporarse.

A los pies de la cama, la figura emergió rápidamente. Su piel era grisácea; su cabello, que solía ser negro, ahora era un gris oscuro y opaco con algunos pelos blancos a los costados; su boca estaba abierta, apenas podías distinguir sus labios ya que estos estaban arrugados y hacia adentro. Sus ojos, o por lo menos donde solían estar, era lo que más llamaba la atención de aquel espectro. Tenía los huesos demasiado marcados alrededor de dos agujeros negros donde se suponía que tenían que estar sus ojos. Sin embargo, estos mostraban una profunda tristeza.

La figura avanzó hacia Jeongin lentamente, como dejándolo disfrutar de su último aliento. Sus manos se apoyaban en el colchón y dejaban una marca bordó a medida que avanzaba. Cuando estuvo frente a frente, dejó escapar un sonido agudo, parecía estar lamentándose.

-Chris.-susurró Jeongin, levantando su mano para acariciar el rostro de aquella criatura.

Chris volvió a soltar otro sonido de lamento e inclinó su cabeza al tacto del menor. Permitió que este acaricie sus cabellos, y lo acerque a él. Jeongin lo acomodó de tal forma que la cabeza de Chris estaba en su abdomen, y las manos del mismo en su cintura. Se quedaron así un rato, con el menor acariciando los cabellos de la criatura y esta soltando sonidos agudos de vez en cuando.

Ambos habían perdido la cuenta de cuántas veces esta situación se había repetido.

-Hoy volviste a aparecer en las noticias, cielo.

Chris no recordaba cuantas veces intentó matar a Jeongin mientras dormía.

-Tu madre, entre llantos, sigue pidiendo que si alguien sabe algo sobre ti, la llame.

Jeongin no recordaba cuando se había encariñado con aquel fantasma.

-Debería llamarla?

Lo que ambos recordaban era el amor que Chris tenia por el menor, y como este se burló en su cara diciendo "eres realmente un monstruo, debería hacerte modificaciones para que me gustes?"

Jeongin rio escandalosamente.- Por supuesto que no la voy a llamar, podrían separate de mí. Después de todo lo que he trabajado en ti...

Chris no comprendía cómo seguía amando tanto a su asesino 


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Monster |Chanin OS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora