La culpa es suya por ser demasiado lindo

Capítulo 81

"¡Reina!"

Las dos criadillas que seguían a A Yin se quedaron atónitas, y sacaron apresuradamente sus pañuelos para ayudar a A Yin a limpiarse, pero no pudieron seguir el ritmo de Xu Xikuai.

Esta medicina es demasiado amarga, ¡no he podido aguantarme ahora!" Se disculpó repetidamente, y se bajó de la cama con el cuenco de medicina, como si fuera a limpiar él mismo la cara de la noble reina, pero resultó que su cuerpo estaba demasiado débil, En cuanto sus pies tocaron el suelo, se tambaleó, y la mitad restante del cuenco de sopa se derramó inmediatamente sobre el cuerpo de A Yin sin gotear.

A Yin: "..."

Estaba sobresaltado y enfadado, cogió el pañuelo para limpiarse la cara avergonzado, y miró a Xu Xi con duda.
¿Era esta persona realmente descuidada, o lo hizo a propósito?

¿O es que la otra parte había descubierto algún problema con la medicina?
Pero el rostro de la persona que tenía delante mostraba claramente una sincera ansiedad y culpabilidad, y no parecía haber ninguna pretensión.

A Yin estaba calculandolo con panico, cuando oyo a un guardia en la puerta del salon principal anunciar que era Ao Shuo quien habia llegado.

En cuanto Ao Shuo entro y vio la escena, tambien se quedo estupefacto, e inmediatamente camino hacia el lado de A Yin: "Miaomiao , ¿por que estas aqui? ¿Qué te pasa?"

A Yin forzó una sonrisa: "Yo... oí decir que el demonio estaba gravemente herido, y el rey parecía estar muy preocupado por él, así que vine a entregar un cuenco de medicina, pero se cayó accidentalmente".

Ao Shuo miro a Xu Xi friamente, y Xu Xi de repente mostro una mirada Mirando asustado, se encogio de nuevo a la cama y se cubrio con la colcha. Ao Shuo le dijo a A
Yin: "No deberías venir aquí. Los demonios son astutos y peligrosos, ¿y si te hace daño?". Miró hacia abajo y dijo: "Vuelve y cámbiate de ropa primero".

Yin estaba un poco avergonzado, se sentía deprimido, y quería avivar las llamas y usar la mano de Ao Shuo para castigar severamente a este clan demoníaco, pero el tazón de medicina estaba envenenado, así que se sentía un poco culpable, y no se atrevió a llevar el tema al siguiente nivel.

Viniendo aqui, no tuvo mas remedio que sufrir la mudez con voz apagada , asintio y se apresuro a marcharse con la criada.
Ao Shuo caminó lentamente hacia la parte delantera de la cama, la colcha redonda pareció percibir el aura poco amable que emanaba de él y empezó a temblar sin parar. Ao Shuo estiró la mano y, sin expresión alguna, levantó la colcha con una mano.

Xu Xi se acurrucó en un ovillo, cerró los ojos y gritó con voz llorosa: "Me equivoco, Majestad, por favor, no me pegue...".

Ao Shuo: "... ¡Cuándo he dicho que te pegaría!"

Xu Xi gritó, levantó la cara de los brazos y le miró con cautela.

Ao Shuo mantuvo la cara seria: "¿Qué te parece, recuerdas algo?".

Xu Xi negó con la cabeza.

El rostro de Ao Shuo se ensombreció aún más.
"Su Majestad", preguntó Xu Xi débilmente, "¿Cuándo me dejará ir?".
"¿Irte? Ao Shuo dijo fríamente: "No me has explicado nada, ¿y aún quieres irte?".

"Entonces, busca un médico Ven y enséñamelo, a ver si puedes ayudarme a recuperar la memoria". Dijo Xu Xi remangándose las mangas y las perneras del pantalón: "Por cierto, ayúdame a curar la herida de mi cuerpo, me duele mucho."

Ao Shuo: "Realmente me tratas ¿Has venido aquí a recuperarte?".
Xu Xi apretó los labios y no se atrevió a hablar.

Los ojos de Ao Shuo se posaron involuntariamente en su piel expuesta. La tez de este demonio es muy clara. La piel debería ser suave y hermosa, pero ahora está cubierta de finas cicatrices, e incluso hay algunas marcas de lágrimas de un rojo intenso, como si le hubiera mordido alguna bestia feroz.