Capitulo 2

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"No sé cómo actuar"

- ¿Y tú? ¿Cómo te llamas? -me pregunto

"Por suerte ya habíamos llegado al salón"

-Te lo digo después. Hay que entrar al salón- dije con una voz fría y distante.

-Está bien -dijo con una sonrisa, colocándose un mecho de su pelo lacio detrás de su oreja.

Mientras que le abrí la puerta para que pasara primero. 


"Esa acción, no es mi estilo, pero tenía que actuar lo más normal posible para que no sospechara"

Luego me dirijo a mi asiento habitual. Que es en la segunda fila de las cuatro que existían en el salón, en el último asiento de hasta atrás y me siento.

A la vez que Diana me mira y prosigue a caminar en el lugar estoy sentado.

Pero antes de que se acercara a mí.


Una chica de cabello rubio con raíces tono castaño que le llegaba un poco más abajo de los hombros, ojos color azul claros, labios pintados de color rojo intenso, con una falda guinda con rayas blancas horizontales.

"La verdad era muy corta y usaba una blusa rojiza muy pegada al cuerpo, se notaba que ella tenía el cuerpo desarrollado. ¿No sé por qué el de prefectura no le llama la atención por eso?"

Ella era Eva, más conocida por escuela como "Cherry Girl", la habían nombrado así estos últimos días por estar en el equipo de porristas. Y por el momento lo siguen haciendo.

En fin, ella estaba sentada encima de la mesa de en medio de la cuarta fila.

Antes de que Diana llegara a mi mesa, Eva le llamó la atención y le ofreció sentarse. Pero Diana rechazó su invitación.

Enseguida Diana emprendió su camino de nuevo hacia mí. Por un momento todos los del salón se le quedaron mirando a Diana.

Alcance a escuchar el susurro de Eva a las demás porristas que están enfrente de la fila.

- ¿Acaso está loca para sentarse con él? -susurro Eva.

"En este salón a nadie le caigo de gracia que digamos."

-Está ocupado? -pregunto Diana llegando a mi lado izquierdo, colocado sus manos en la silla.

-No, no está ocupado -dije frio y sin darle la mirada.

- ¿Puedo sentarme contigo? -pregunto mirándome.

-Si -dije volteando a verla directamente a los ojos.

"¿Sería de mala educación denegar un asiento desocupado? "Sí"

Trague grueso después de mi respuesta

Ella colocó sus libros en el escritorio y su mochila en la silla. Y por último se sentó. Solo me quedo quieto mirando la espalda de unos de los compañeros que estaban al frente mío.

Destinos de dos estrellas  [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora