CANTO XXXI| NYARLATHOTHEP.

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Advertencia: la canción a continuación aquí escrita es totalmente de mi autoría, sólo es para leerla, está prohibido cantarla, plagiarla o grabarla. Gracias.

2:00 Am y los ojos abruptamente comienzo a abrir, de nuevo no puedo dormir,
tomo la pluma y la libreta y paulatinamente empiezo a escribir, de mis heridas salen palabras podridas, no importa, mi dolor y mi temor en el folio no quiero omitir.

El espantoso noctambulismo me hace desfallecer, irónicamente si despierto abro El Espejo Gótico y relatos de terror comienzo a leer, si el sueño no consigo tras la lectura o escritura leo hasta el amanecer.

Últimamente de dos a tres horas he dormido, no te voy a mentir, que me creas tampoco te voy a exigir. En el bosque frente a mi casa a una mujer de voz gutural escuché gemir, mi alma con un frigorífico beso quiere despedir.

Creo que con Morfeo todavía no me reconcilio, porque doy mil vueltas en la cama y el sueño instantáneo no concilio.

Si sigo con este insomnio crónico a la locura voy a sucumbir, ya enloquecí en la penumbra de mi alcoba no puedo parar de reír, madrugada silenciosa y mi risa contagiosa puedo oír.

Parado frente a la ventana observando la lluvia copiosa y su serenidad pude sentir, pero luego una atmósfera verdosa comencé a percibir, mi cuerpo se eriza, escucho atento, mientras las bisagras comienzan a crujir, la perilla de la puerta alguien violentamente intenta abrir.

Susurros en mi oído, alguien algo me intenta decir, pesadillas horrificas que gritos me hacen reprimir, vueltas en la cama, el corazón no me deja de latir, la espalda la bola de estrés no deja de emitir.

Otra noche de desvelo más, ya no lo soporto quiero salir, pero todo es oscuro y silencioso afuera, salgo al pasillo y enciendo la luz y mi sombra al no reflejarse en las escaleras algo sombrío me intenta advertir.

¿Quedarme aterrado acostado en la cama o enfrentarme a la cosa viscosa que me llama?

Esta umbría y gélida noche lo tengo que decidir... pero antes esta ominosa y onírica confesión tenía que compartir. Comprensión al lector le quiere pedir, porque con este tétrico escrito es muy probable que lo pueda afligir.

Mi intranquilidad quería transmitir. Esto es lo último que voy a decir. ¡Espero que no se trate de Nyarlathothep, y sólo sea el fantasma de Canterville que conmigo se quiere divertir!

¡Que Nyarlathothep me atrape no lo puedo permitir! ¡Sí no sufro de insomnio y esto es una pesadilla los ojos tengo que abrir, abrir, abrir!

¿Prefiero el Caos Reptante o el caos del insomnio? Prefiero mecerme en las manos de la somnolencia que dormir entre los brazos del demonio.

Anghell Gravecraft.
Poeta Lúgubre.

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