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No tuve tiempo para digerir la noticia. "Agárrate de mi cuello y no te sueltes", dijo Taehyung y luego con hirviente ferocidad. "Atraparemos a la bestia".

Envolvió ambos brazos a mí alrededor en el mismo instante en que me aferré a su cuello, y entonces se lanzó con fuerza hacia atrás, directamente a través de la pared agujereada detrás de nosotros.

El ruido atronador del vidrio colisionando hacia afuera ahogó mis gritos por la repentina caída libre desde un edificio de veinte pisos. Mis piernas se agitaban impotentemente y mi estómago se tambaleó hacia arriba con una nauseabunda subida. El viento picó mis ojos, los cuales se fijaron con horror en el suelo acercándose rápidamente. El apretón que tenía alrededor de su cuello se tensó con el maldito agarre, y entonces una cosa increíble ocurrió. Comenzamos a desacelerar.

Incrédulo, levanté la vista para ver si un paracaídas milagrosamente había aparecido, pero no había nada más allá de las luces del edificio. Antes de que siquiera pudiera envolver mi mente alrededor de eso, en cambio, sentí un zumbido, y luego ya no caíamos más. Pasamos diagonalmente sin dificultad por el aire hacia una furgoneta negra que justamente había avanzado por el tráfico. Mis gritos murieron en mi garganta, se atragantaron completamente por el asombro.

Los autos chirriaban, por la forma errática de conducir de la furgoneta o por la gente que había pisado los frenos con incredulidad al ver una forma oscura rayar por encima de ellos. La furgoneta estaba acelerando, pero nosotros éramos más rápidos. Taehyung se puso a la par en pocos segundos y asió el parachoques trasero, lanzando el vehículo lejos, sin siquiera dejar de sujetarme con su otra mano.

Se volcó con un espectacular estruendo. Los autos que se acercaban se desviaron y más frenos chirriaron.

Taehyung voló hacia arriba con un solo esfuerzo, que nos abrió espacio limpiamente entre la confusión del tráfico y me dejó abajo en la acera con una pequeña indicación.

"Quédate aquí".

Se movió a gran velocidad de regreso hacia la furgoneta desbaratada antes de que pudiera siquiera graznar una respuesta. Hubo un estallido de disparos, más gritos de espectadores, y momentos después, él reapareció con un hombre echado sobre su hombro.

"Vamos". Taehyung me asió firmemente otra vez, y entonces el suelo dejó nuestros pies. Mis ojos desorbitados.

Madre de Dios, íbamos demasiado rápido. Para evitar que mis pies se tambalearan de aquí para allá, al igual que lo hacía mi mente, enredé mis piernas en las suyas y me agarré, casi temiendo mirar hacia abajo para ver qué tan alto estábamos.

Diez minutos más tarde, Taehyung nos bajó en el callejón de un almacén, tan pulcramente como si hubiera brincado fuera de una cuneta. Estaba jadeando por el asombro y mirándolo como nunca lo hubiera visto antes.

"¿Puedes volar?" Expresé con voz entrecortada lo obvio.

Me echó una mirada mientras sacudía al desventurado asesino como una muñeca de trapo. "Te dije que era más poderoso de lo que eras consciente."

Me quedé mirándolo. Taehyung hubiera lucido indiferente si no estuviera sacudiendo el infierno viviente del hombre en sus manos.

"¿Pero puedes volar?" Finalmente repetí, arraigando en la estupidez.

"Soy un vampiro Maestro. Si un maestro llega a ser lo suficientemente poderoso y lo suficientemente viejo, esto es uno de los beneficios. Hay otros, pero podemos hablar de esos más tarde", dijo Taehyung, mientras los ojos del hombre revoloteaban abiertos, enfocándose en él, y entonces crecieron. Estaba despierto ahora, y lucía como lo que yo había sentido cuando Taehyung nos había catapultado fuera de la ventana. Acojonado.

Un Pie en la Tumba - #2 - KTH + JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora