cursed; Kakashi Hatake [editando]

Capítulo 70; "Sweet Dream"

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Sintieron el cambio de temperatura drásticamente, estaban parados sobre una superficie muy blanda. Horrorizada Nashiro se volcó a ver todo su panorama.

¿ESO ERA NIEVE?

¿Dónde... Dónde demonios estaban?

Nashiro se soltó del agarre del Uchiha, haciéndole tambalear y que este cayera con una rodilla sobre la nieve. Se abrazó así misma intentando de conseguir calor.

— ¿Dónde estamos? —cuestionó la Tayori, intentando de que su mandíbula no comenzara a titiritar al igual que su cuerpo, pero por un momento perdió el interés en aquella pregunta porque su atención se concentró en un hilo de sangre que pintaba a la blanca nieve del suelo — T-tu... Estás sangrando... —anunció la albina algo perpleja. Frunció su ceño y se atrevió a investigar el origen de su hemorragia. Obito tenía clavado un kunai en su espalda... ¿Él acaso la había protegido cuando su visión había sido fastidiada? — Obito... Tú...

El azabache retiró su máscara de su rostro, pues está comenzaba a realmente molestarle, sintiéndose sofocado.

— Guarda silencio. —le indicó el Uchiha en un quejido —No puedo concentrarme contigo y el puñetero kunai en mi espalda.

Nashiro rodó sus ojos y mordió el interior de su mejilla. Sin él en estos momentos, quizá se encontraría en un estado crítico. Lo más ético era devolverle el favor, ¿no?

Soltó un suspiro después de un rato y de cuclillas se puso a la misma altura de Obito.

— Oi, busquemos un lugar para refugiarnos y después me haré cargo de tu herida. —es lo más que podía hacer. Se puso nuevamente de pie y le extendió una de su manos, para que este a los pocos segundos la contemplara con detenimiento.

¿Era realidad lo que estaba viendo?

Sintiendo los latidos de su corazón en la garganta sujetó firmente su mano. Le ayudó a ponerse de pie y después caminaron juntos hacia alguna dirección aleatoria.

— ¿Conoces siquiera este lugar? —cuestiono Nashiro, mirando desde su rabillo de ojo al azabache.

— No, no del todo. —le replicó el mayor, sintiendo una tremenda oleada de frío abatir su cuerpo, tanto que este emitió un gruñido, causando que la albina prestara toda su atención a él.

— Estás palideciendo, creo que el kunai está envenenando, pero no puedo sacártelo aún, podrías desangrarte. Tenemos que movernos rápido y actuar en seguida. ¿No puedes acercarnos a algún poblado? —cuestionó la Tayori.

— ¿Por qué no lo intentas tú? —le contesta de vuelta el Akatsuki. Después de todo ella también sabía manejar a la perfección la técnica de teleporte.

— No logro identificar ningún chakra, si no creeme que ya lo hubiera hecho. —le explicó Nashiro, haciendo más esfuerzo para caminar porque a Obito cada vez le costaba más trabajo conseguir estar de pie.

— Bien, pues me temo que continuaremos de esta forma...

Los ojos de Nashiro se entrecerraron tras divisar a lo lejos entre los frondosos árboles repletos de nieve algo que parecía ser una cabaña.

— ¡Una casucha! —anunció la ojiverde con un toque de emoción en su voz. Lo primero que haría sería encender la chimenea y despues atender a ese hombre.

Literalmente lo estaba arrastrando con una fuerza sobrenatural. Con el peso de su cuerpo empujó la entreabierta puerta, para introducirse dentro del gélido lugar. Reposó el cuerpo del mayor sobre el suelo y se aproximó hacia la chimenea para encenderla con una pequeña llama que fue emitida por una de sus manos y desde luego de unos tablones de madera llenos de telaraña que afortunadamente encontró dentro de la cabaña. El lugar fue encendido por una luz tenue y Nashiro no perdió más tiempo para acercarse a Obito. Colocó la
palma de su mano contra la frente del Uchiha, comprobando su temperatura.