(NOVELA ACTIVA)
El final de la estudiante de honor académico en Hogwarts, Hermione Jean Granger, dio un giro inesperado cuando abandona el ministerio a sus treinta y seis años y se presenta como profesora en el colegio Hogwarts de magia y hechicería...
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—————————————— Léa Malfoy ~
Aquel fin de semana no podría pasarlo junto a Hermione ya que tenía una comida familiar, pero en parte no me afectaba mucho ya que comenzaba a tener mucho trabajo de nuevo. En realidad, solo quedaban dos meses más y el curso finalizaría.
En una de las últimas cartas que papá me mandó, me habló de ir de vacaciones, este verano, por primera vez desde que mamá murió. Cuando lo leí salté eufórica agarrando de las manos a Scorpius, pero cuando vi que muchos de la sala común me miraban, volví a ponerme seria. Las vacaciones serían junto a los Preston. No me quejaba, Regina era la nueva pareja de papá aunque él no lo dijera oficialmente, pero ella era agradable y solía mandarme paquetes de dulces que ella misma había hecho. Jessie era genial y hacía feliz a Scorpius y Neit... bueno, no sé mucho de él ya que desde hace un tiempo no intercambiamos palabras, pero es mejor así ya que no termino de entenderle.
Pero debía dejar las vacaciones a un lado, por ahora, ya que aún me quedaban dos meses de trabajo. No podía evitar estar algo inquieta por lo que ocurriría en los siguientes meses con Hermione, ni siquiera me imaginaba cómo estaríamos de aquí a un año cuando yo estuviese terminando mi segundo y último año en Hogwarts. Realmente era complicado que ambas pudiésemos avanzar en una relación y si, todo se puede con esfuerzo pero no era fácil para nosotras y aunque tratábamos de opacarlo, a mi me tenía bastante dudosa. No sobre mis sentimientos, sino que tenía tanto miedo de terminar mal con Hermione por todo lo que sentía hacia ella, ya que nunca antes lo había sentido.
Traté de evitar una vez más pensar en ese manojo de dudas y miedos y traté de concentrarme en los libros y toda la tarea que tenia frente a mi.
Hermione Granger Cuando llegué a la madriguera el olor a comida y hogar me invadió. Ese toque acompañaría siempre a aquella casa tan acogedora junto a todo aquella gente que para mí seguía siendo mi familia desde el primer día que me aceptaron con los brazos abiertos.
—Cielo, pero que guapa estás— dijo Molly abrazándome con fuerza. Arthur me saludó por detrás de su esposa y tomó la fuente de comida que llevaba en mi mano y que casi se me cayó por el fuerte abrazo de Molly. Le articulé un "Gracias" con la boca y después le sonreí.
Todos me saludaron como siempre, con cariño y amor, tampoco me esperaba menos. Un par de chicos entraron en fila al comedor donde estábamos poniendo las cosas para comer. Una pequeña pelirroja se abalanzó sobre mí con fuerza. —¡Te he echado de menos, tía Hermione!— exclamó Lily, yo sonreí mientras la abrazaba. —Y yo a ti, pequeña Lily. El resto de mis sobrinos me saludaron a la vez que entraban a la sala. Harry y Ginny entraron después, ambos me abrazaron con fuerza, alegres de verme. Pero yo no pude disimular mi descontento con Ginny. —¿Podemos hablar fuera?— murmuró y yo asentí con la cabeza para salir a la parte trasera de la casa.
