- Hey Stiven ¿No vienes?
Muestro mi más amplia sonrisa, la mas ancha y carismática que puedo.
-Si claro bro, déjame y voy en un rato
-Ay por favor. No me dejes ir solo a la fiesta de Ashley.
Casi lo veo hacer puchero, cosa que niega rotundamente cuando lo menciono.
-Está vez no iré. Iré a visitar a mamá, hace un buen tiempo que no voy
Lo ví desanimarse. Dude por milésimas de segundos, pero ya lo había decidido.
-Bueno. Pero no me dejes mal la próxima
Sonó a advertencia y me rei por lo bajo.
-Nos vemos luego bro
-¡Samuel!
Se detuvo bruscamente mientras lanzaba un chicle a su boca
-Te quiero mucho bro
Se quedó pensando por unos minutos y su cara hizo una expresión de desagrado
-¿no tienes una enfermedad terminal que me estés ocultando verdad?
-No
Dibujé una sonrisa burlesca
-Eres un imbécil
-Lo se
Se fue tarareando una canción, como lo hacía desde que estábamos pequeños.
Normalmente estaría caminando rápidamente hacia dondequiera que fuese. Siempre tan apurado, siempre tan ocupado, siempre tan cansado...
Pero hoy me apetecía disfrutar del camino, del ambiente. Respirar un poco mientras a mi lado pasaban otras personas que si parecían estar apresuradas.
"¿Acaso asi me veía yo?"
Sin darme cuenta llegué a aquel precipicio al que siempre quise echar un vistazo. Me recosté sobre la barandilla, pensando en todo y en nada.
"¿De verdad me extrañarían?"
"¿Se notaría mi ausencia?"Probablemente necesito terapia. Y unas pastillas quizás, para la migraña.
La brisa impacta brutalmente sobre mi cara y siento mis pestañas en las mejillas. Me cruzo del otro lado de la barandilla para ver mejor el panorama.
"¿Es esto lo que sienten los suicidas?" No es por lo rápido, no es por la locura. Es por lo que sientes estos últimos momentos de vida. Paz. Más importante que la felicidad. Tal vez los juzgue mal. Tal vez yo me convierta en uno de ellos y pueda alcanzar la paz, así sea por unos breves instantes...
Este mundo tan vacío, tan cruel.
-¡Hola mundo cruel!
Grite a los cuatro vientos con una sonrisa y los ojos chiquitos.
Tal vez esto era lo último que necesitaba hacer.
Tal vez ya no queda nada más que hacer.
-¿De verdad importaría?
Me quedo pasmado al ver que había alguien a mi lado. Una chica. Pero ¿Hablaba conmigo? Había algo en su aspecto que me ponia un poco inquieto
-¿De verdad haría un cambio realmente en tu vida? Solo quieres terminar con ella.
Me miró a los ojos, casi de manera desafiante. Y allí me di el tiempo de detallarla. Era tan blanca que mis ojos no lo podían creer. Sostenía un paraguas que presagiaba una tormenta que no vi venir.
Acaso, "¿Era ella un ángel?"
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Hasta los que odian al mundo aman a alguien
Storie d'amoreUn mundo cruel que te muestra su peor versión. Una persona que te muestra lo mejor de ella...