Apocalipsis [Karmaland 5]

37. [Karmaland] (unión)

El monstruo los detectó de alguna manera, de eso se había percatado Fargan al despertar, no se podía mover sin sentir un increíble dolor, así que solo le quedó observar cuando la cosa atravesó la piedra que los protegía, para luego de un jalón tirar el techo lejos despertando y asustando a todos; hasta ahora no habían podido vencer a un monstruo y menos lo harían en este estado, se pusieron más pálidos; si eso era posible.

Sin embargo antes de que la cosa acabará con ellos un destello rojo se asomo a gran velocidad, no podían ver bien, pero notaban que frente suyo empezó una pelea, la mirada borrosa, la poca fuerza y falta de água y alimento los hacia no distinguir bien a la persona o cosa que luchaba. Paso un rato y sorprendentemente el monstruo cayó al suelo.

Todos miraron estupefactos cuando el hombre quemó sus heridas y los miró.

—Hola—sonrió de una manera algo irónica—saben, iba a preguntar si están bien, pero ya vi que están como el culo—rió un poco.

—¿Quién... Eres?...—Preguntó Juan con pocas o nulas fuerzas.

—¿Yo? Bueno, soy Mauron el Playas—bromeo haciendo un juego de palabras, después se aclaró la garganta y se presentó bien—soy Auron.

Todos se quedaron en silencio y Lolito se quedó estupefacto, sus ojos se abrieron con sorpresa total y ahora todos sus recuerdos tomaban sentido... "Esa persona"... Esa persona era él, era Auron, pero no tenía sentido, era la primera vez que lo veía, ¿no?... ¿Entonces por qué tenía recuerdos junto a él?

—¿Auron?—preguntó el pelirojo.

—Ah, sí, me dicen de muchas maneras pero mi nombre es Auron—dijo algo confundido por la reacción del otro.

—¿Cómo... Mataste a esa cosa?...—Interrogó con desconfianza.

—...—El de ojos bicolor solo le mostró su espada y apuntó a ella—esta cosa es muy filosa.

—¿¡Esa espada puede cortar la piel de los monstruos!?—El pato estaba totalmente sorprendido y Auron se empezaba a incomodar por las preguntas.

—Sí... Sí puede—murmuro desviando la mirada; no era muy fan de este interrogatorio.

—¿De dónde la sacaste?

—...—Hizo una leve mueca y miró al pato de nuevo, se veía bastante joven, tal vez de la misma edad que su hijo adoptivo Axozer, lo cual sin pensarlo le sacó una sonrisa leve—un dios, Ale, Ale se llama.

—....—Entonces todos se quedaron callados por un rato hasta que  Auron por fin se dio cuenta de porque.

—¡Ah! ¡No sé preocupen!—Rió—no es un dios de aquí, no tiene que ver con lo que sucede aquí con los monstruos, de hecho—recordó su misión—me envió aquí por ustedes.

—¿Nosotros?—Dijo Fargan bastante confundido.

—Se los contaré después, vamos a un lugar donde no nos puedan ver monstruos—se levantó y empezó a caminar, pero al notar que no lo seguían los volteo a ver—¿Qué?...—Pero al final de dió cuenta de que los demás estaban demasiado heridos como para moverse, por lo que suspiró mirándolos y cruzándose de brazos—ejem... Bueno...—se quedó pensando—... Mierda...—suspiro dándose cuenta de las únicas dos opciones que tenía; moverlos o cubrirlos y realmente ninguna le gustaba.

Después de pensarlo se dio cuenta que sería más lógico cubrirlos dejarlos descansar y después que ellos mismos se vayan a otro lugar, sino, sería muy tardado.

Suspiró nuevamente y se puso a construir mientras los demás lo miraban extrañados.

—Entonces....—Dijo Quackity esperando que le explicarán.

—Los voy a tapar, porque no los puedo dejar solos para que los maten o algo así, porque primero me regalarían muy feo, y  segundo no soy un asesino— "bueno, o no tengo intenciones de serlo..." Pensó simplemente sin pizca de algo que calma.

—Ok...—Ahora fue turno de Vegetta de hablar, mientras de reojo miró a Lolito, quién alternaba entre mirar y no mirar al nuevo, parecía no querer quitarle la mirada de encima pero al mismo tiempo no quería verlo.
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—Vale, entonces la cosa es, tenemos que encontrar a este tipo y traerlo con Heberon, ¿no?—se acomodó la mochila mirando a Staxx.

—Sí, solo eso—respondió él.

—Bien, vámonos—sobrió calmadamente y caminó siendo seguido por el otro.

—Parece que Drako no nos dio una dirección exacta, pero más o menos es por aquí —apuntó la dirección en el mapa mosntrandoselo.

—Mmm... No estamos muy lejos—respodió tranquilamente—bien, mientras más rápido mejor, vamos.