Prólogo: Alexander

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Siempre me dijeron que la vida era para sonreír, para sentirse libre y para, sobre todo, vivirla. Por que, de eso se trata la vida, ¿no?
Esas fueron las palabras que no olvidaré de ella.
Mi madre.
Ella siempre me decía que siempre habrá obstaculos.
Cosas malas y gente mala aparecerán en la vida. Pero que jamás me rinda. Qué no dejen que me afecten y me hieran.
Porque de eso se trata la vida. Vivirla, con sus cosas buenas y sus cosas malas.
Yo la quería muchisimo. Era de las pocas cosas buenas que tenía mi vida. Era una luz.
Pero, un día esa luz se apagó.
Un maldito hijo de puta se llevó la gran luz de mi vida.
Me la arrebató, en un horrible accidente de auto del que sobreviví.
Al verla ahí, tirada en el asfalto, rodeada de un charco de sangre, me di cuenta que su luz jamás regresaría.
Fue lo más horrible de toda mi vida.
Tener solo 5 años y presenciar semejante escena después de terrible accidente.
Lloré.
Y me quebré.
Solo lloré y no paré durante mucho tiempo.
Fue duro. Demasiado duro.
Un dolor que no podía soportar.
Y para empeorar las cosas, mi papá, una estrella del rock, tuvo la terrible idea de dejarme abandonado en un maldito orfanato.
Me dolió pero no mucho.
Jamás le importe.
Sólo le importaba su estúpida carrera.
Pero no le guardo rencor. Ya no.
Si no fuera por él, la vida no me hubiera dado una hermosa familia. Y no hubiera vivido 3 largos, duros pero alegres años en ese orfanato.
Para mi suerte, desde ahí, todo fue diferente.
Hoy, 17 años después, puedo decir que estoy listo para nuevos desafíos y un montón de cosas nuevas en este camino que empiezo a transitar, solo.
Quiero demostrarles a todos que yo puedo ser el mejor y que lograré recuperar totalmente ese amor a la vida que mi madre me mostró que existía cuando era niño. Yo no me rendiré, jamás.
Les demostraré a todos que soy el mejor.

Ahi les dejo una foto de Alexander, dibujado por HeibanHikaru.
Creditos de arte por el dibujo para él.

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