La noche había caído en la academia y Lizzie se encontraba en su cama pensando, si Cory tenía razón y su poder era copiar otros, debía averiguar cómo funcionaba, qué hacía que aquello fuese posible. Después de dar vueltas en su cama sin llegar a ninguna solución, tomó la libreta que Keylha le entregó a petición de ella misma, y comenzó a dibujar, desde que había entrado en la academia la imagen de una casa bastante similar a la que tenían en el bosque, la mayor diferencia era que está no se encontraba allí, sino que frente a la casa había un enorme lago, con flores de loto flotando sobre él, recordó un viejo cuento que su madre le contaba cuando era pequeña, sin embargo. Alejó el pensamiento antes de que terminara de formarse, dejó la libreta con el dibujo en el cajón de la mesita de noche que se encontraba junto a su cama y, en cambio, decidió leer un rato, sacó de su mochila el libro que Darien le regaló en su cumpleaños, notó un papel doblado al fondo de la mochila. Curiosa, lo sacó, se sentó en la cama y lo abrió, sus ojos se llenaron de lágrimas al reconocer la letra de su padre.
«Mi pequeña:
Sé que ha sido difícil, es difícil para mí escribirte esto y no haber tenido oportunidad de hablar personalmente, si pudiese cambiar las cosas que hice para protegerte, no lo haría, solo pensamos que podríamos protegerte siempre.
Quisimos apartarte de tu destino, mi pequeña, pero nunca se puede huir del todo. Fui cobarde. A pesar de saber que el día de tu cumpleaños sería el último que pasaríamos juntos, no quise contarte nada, esperando una vez más, que mis sueños estuviesen equivocados, pero no fue así. Luego de la pesadilla que tuviste hoy, creo que tienes mi don, es un gran peso, y más con tu memoria. Sé que jamás olvidarás nada, por eso te pido que recuerdes que todo lo hicimos por ti... Queríamos mantenerte al margen, te pedimos perdón por hacer que dudaras de tus padres. Pero en la academia encontrarás muy buenas personas, confía, hija, que en ese lugar no existe la maldad, recuerda siempre que el verdadero enemigo está fuera de esas paredes.
Refúgiate en Darien y en la gente que sé que te va a cuidar, Arthur y Verona son excelentes personas, al igual que el hijo de él, Roy, es un gran muchacho.
Te amamos, pequeña, y eso jamás cambiara.
P. D.: dile a Arthur que lo encontré, todo está en un sobre en el cajón escondido, él sabrá de qué hablo.
Con amor,
Mamá y papá».
Elizabeth releyó la carta una y otra vez hasta que se decidió, bajó corriendo las escaleras, sabía que Darien no estaría. Dean y Tony lo invitaron a tomar algo en la taberna, y después de mucho insistir e inclusive de amenazarlo, el chico aceptó.
Al salir de la cabaña, subió la capucha de la sudadera que llevaba puesta, respiró y secó las últimas lágrimas de su rostro, no sabía bien dónde ir, no sabía dónde vivía el general, pero sí sabía dónde vivía alguien que podía ayudarla a buscarlo. Inhaló profundo infundiéndose valor.
Caminó hasta la tercera casa luego de la de ella, con el puño en el aire, dudó por un par de segundos, no sabía si era una muy buena idea, pero ya estaba allí. Golpeó la puerta tres veces, las luces estaban apagadas, quizá el coronel también había salido con los chicos; no se le ocurrió eso, Keylha dijo que casi todas las noches cuando no estaban de guardia se encontraban en la taberna, sin embargo, no le había mencionado que el coronel fuese con ellos.
Estaba dispuesta a irse cuando la puerta se abrió, de ella salió Roy con un pantalón de deportes y una camiseta musculosa que remarcaba cada parte de su tórax y brazos, muy bien trabajados y con tatuajes en ambos brazos. En el derecho se notaba claramente un dragón que subía desde debajo del codo y terminaba en su pectoral, aunque la camiseta no le permitia ver la cabeza del dragón, y de su brazo izquierdo a la misma altura de su contrario se podía distinguir un tigre que terminaba exactamente igual que el dragón. Parecía que venía saliendo de una sesión de ejercicios o entrenamiento.
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Destino
FantasyUn país que se encuentra sumido en un infierno. Un dictador que impone su ley sin tener en cuenta a nada ni a nadie. Y un grupo de valientes, de rebeldes, que busca desequilibrar la balanza en pos de la justicia, la paz y la igualdad. Dos hermanos t...