Summer.
Antes de abrir mis ojos sé lo que me espera. Este momento es la vida hablándome: "¿quieres beber? Pues acarrea con las consecuencias".
La luz que entra por mi ventana me golpea con fuerza, entrecierro mis ojos y trato de localizar mi celular para ver la hora.
Pero no encuentro nada similar a lo que hay en mi habitación y mi cama tampoco es tan grande como esta. Levanto mi cabeza de golpe haciendo que me queje por el dolor insoportable de cabeza que tengo.
Esta no es mi habitación, creo que ni siquiera la casa de mis tíos es tan grande. Me observo nerviosa y al ver que aún sigo vestida me relajo un poco. Creo que eso es bueno, quiero creer que sí.
Mi celular no está por ningún lugar, bajo de la cama y trato de buscar un baño, lo necesito con urgencia. Pero aquí hay dos puertas y me da miedo ver que hay en ellas. Me dirijo primero la que está a mi lado derecho, con cuidado tomo el pomo y la abro lentamente. Esta habitación si es del tamaño de la mía, salvo que no es una habitación, es un cuarto de ropa, lleno de ropa de hombre; trajes, corbatas, remeras, zapatos, zapatillas; hay desde ropa formal a informal, incluso hay ropa deportiva. Al menos ahora sé que esta casa es de un hombre.
Recuerdo haber creído ver a Teo, pero no estaba muy segura, en realidad si lo recuerdo hablando con otra mujer. También recuerdo a un chico rubio y alto y unos tal Charlie y Thomas... Dios, ¿con cuántos hombres hablé anoche?
Dejo esa habitación frustrada y voy a la que está a mi izquierda. Este sí que es el baño, un baño presidencial. ¿Y este hombre en que trabaja para tener todo esto?
<<No vendo droga.>>
No
No, no.
Que el dueño no sea quien estoy pensando, por favor.
Luego de hacer mis urgencias, voy al tocador para mirarme en el espejo. Agradezco no haberme puesto tanto maquillaje. Realmente estoy demacrada. Lavo mi cara y me arreglo el cabello lo mejor que puedo, pero milagros no puedo hacer.
Escucho unos ruidos fuera de la habitación. Me digo que no puedo quedarme toda la vida encerrada aquí y me obligo a salir.
El pasillo tiene como dos puertas más además de esta. Todo aquí es moderno y grita riqueza. Camino despacio y el estar descalza me ayuda a no hacer ruido.
El living es tan inmenso que solo podría estar iluminado por la luz del sol ya que la pared de vidrio y las puertas corredizas dejan entrar mucha iluminación.
Otra vez oigo ruido proveniente del otro lado de la pared. Tomo un jarrón colocado sobre una mesita como decoración y me acerco sigilosamente.
Me quedo en el marco de la puerta, la espalda de aquel hombre se me hace conocida, está cocinando algo, aprovecho que no me ve para caminar hasta él. Levanto el jarrón para solo darle un golpe y salir de aquí, pero su espalda me recuerda y me confirma que puede ser...
—Ni se te ocurra golpearme con esa cosa.
Maldigo y maldigo el doble cuando el jarrón, que seguro vale mi vida, se me cae por el susto.
Maldito Teo... ¿Un momento?
—¿Teo?
—No, Peter Pan.
Muy gracioso. Lo veo agacharse y limpiar todo el desastre que hice.
—¿Qué haces aquí?
—Es mi casa — alguien está muy comunicador hoy.
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Hasta Que Lo Efímero Se Acabe.
Teen FictionSummer es... Summer. Ella no se puede definir en una sola palabra. Ella cree que las personas somos momentos y como todo momento puede estar lleno de felicidad, enojo, tristeza... Llenos de colores Teo, por otro lado, piensa que las personas, o somo...