Capítulo 1: Mi ciudad

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No se que estoy haciendo en estos momentos, ¿Me estaba despidiendo de las personas que se habían metido conmigo, prácticamente desde que entre al colegio? Sí, era una auténtica idiota.

- Muy bien marginada, al fín ya te vas. Soltó una chica morena de pelo largo.

- Bueno... Solo deciros que me voy...

- ¡Bieeeen!. Dijo la mitad de la clase.

No entendía el porque me trataban así. En esta clase no eres popular por lo guapa que eres o por el dinero que tengas, si eres muy lista, ya sabes lo que eres, una marginada.

Perdón no me he presentado soy Lee Soo Sup, aunque la mayoría de las personas me llaman Sara. Tengo 17 años y prácticamente he estado toda mi vida con dos amigas Sonia y Tainy, tengo más pero no solía verles mucho.

Llegué a casa y todo me parecía tan raro no había muebles, ni cuadros. Estaba todo puesto en cajas.

- Hola, cariño. Dice mi padre dandome un beso en la mejilla.

- Hola, papa. Le di una de mis sonrisas.

Mi padre es un empresario con mucho mucho dinero, tiene 1 hotel aquí en España y 3 restaurantes, y en Corea tiene 2 hoteles y como 5 restaurantes. A mis padres le alegraban la idea de volver a Corea que es donde nací yo.

Mis padres se conocieron de casualidad en la isla de Jeju, mi madre tropezó y justamente aparcó en los hombros de mi padre. Mi madre es española y mi padre de Seoul, Corea. Se gustaron en el primer momento en que se vieron y aún siguen felices. Se casaron un año más tarde, un año después de casarse vine yo. Auténtica coreana no soy, solo estuve en Corea un par de meses de mi vida y venimos a vivir a España.

Por fin volvería a donde nací, después de casi 17 años en España, no me quedo triste por dejar este país solo por mis amigas.

Una vez llegados al aeropuerto, nos subimos al avión, en 18 horas de avión, lo único que hice fue dormir, escribir y leer mi libro de after. Noté que estabamos descendiendo. Desde arriba todo parecia tan verde y tan bonito.

Salimos del avión, fuimos a por las maletas y cogimos un carro cada uno para todas las maletas que llevabamos. Pesaba mucho, tanto que no podía casi llevarlo. De repente, había una multitud de gente, de fotógrafos, etc. En ese momento, alguien chocó conmigo y una de las maletas se cayó y se abrió.

- ¡Mierda!. Fui corriendo a cerrarla pero alguien ya se habia precipitado ha hacerlo. Iba muy tapado asi que no le ví la cara muy bien.

- Jajajaja, bonito sujetador. Le cogí mi sujetador lo volví a meter en la maleta, cogí el carro y me fui, no le dije nada ya que había pasado mucha vergüenza y más cuando había tanta gente delante. Seguramente era un capullo de estos famosos.

Llegué a la puerta de mi nueva casa, era enorme y tan bonita. Me adentré en ella, por dentro era muchísimo más grande. Ya habían llegado los muebles, desde que los mandamos, estaban perfectamente puestos, y la decoración estaba perfecta.

- Cariño, arriba a la derecha tienes tu cu... No lo deje terminar, salí corriendo, para verlo.

Abrí la puerta, era grande y parecía un cuarto de una chica mayor aunque era rosa, no como el que tenía en España que era todo de niña pequeña.

- Sara, tienes que descansar, mañana es tu primer día de clase. Dijo mi madre cerrando la puerta.

Tenía tanto miedo encima, mi primer día de clase en Corea. ¿Les caeré bien? ¿O me seguirán llamando la marginada?

Me levanté muy temprano, tanto que le ayudé a elisa (a la sirvienta) ha hacer el desayuno.

- Sara, el uniforme ya lo tienes preparado arriba, también te he preparado el baño para darte una ducha antes de irte.

El chico de al ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora