Cansado del peso de su pasado y con fobia social, Evie por obra del destino, se entera de la herencia de su abuelo. Una granja en la lejanía de las afueras de Ciudad Zuzu. Decide mudarse y empezar una nueva vida, en donde pueda tener paz, tranquilid...
Le di un último abrazo a mis padres - Los amo-dije.
Padre: recuerda que perderemos el contacto contigo por celular ya que la calidad de la señal es muy mala, el alcalde Lewis usa uno satelital para comunicación externa, además del internet claro... es raro que no haya señal telefónica, pero si red.
Madre: Lo único que podemos hacer, es mandarte cartas en lo que consigues tu propio ordenador cariño.
-Sí lo sé no se preocupen, daré lo mejor de mi para conseguir uno rápido, en cualquier caso, también escribiré por lo pronto-
Le di un beso a mi madre y subí al camión, estaba viejo y tenía roturas en los asientos, como si fuera un viejo camión escolar, me senté a lado de una ventana y me puse mis auriculares ya que sería un camino largo.
Mi madre me decía adiós mientras mi padre la sostenía cerca con el brazo encima de sus hombros, antes su relación me parecía una completa vergüenza, pero conforme crecí mi único deseo fue encontrar una pareja que me recordara a como ellos se amaban y respetaban, alguien en quien confiar plenamente y compartir hasta el más mínimo suceso y detalle de nuestra existencia, así de profundas eran las raíces de su amor y de igual forma la marca que su amor me había dejado.
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El camión hizo muchas paradas en diferentes pueblitos en donde bajaron los pasajeros, hasta que solo quede yo en el transporte.
Pasamos por el desierto del "Calicó" y supe que ya no faltaba mucho para llegar, en mis recuerdos de infancia siempre me alegraba pasar por este desierto porque eso significaba que estaba ya muy cerca del abuelo, una sonrisa boba apareció en mi rostro al abordar esos hermosos recuerdos, pero pronto se vieron interrumpidos por un ruido proveniente del motor del cual me preocupe por lo fuerte que era.
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La conductora empezó a maldecir y rabiar y yo no pude hacer nada más que sonrojarme y acurrucarme en la ventana. La progresión no se detuvo a pesar del escandaloso ruido y al fin vi las montañas cercanas al valle, los árboles y luego el olor del mar me inundó la nariz
-oh cierto, las costas están cerca del valle- hable en voz alta para mi mismo y me sonroje por haberlo hecho.
El camión se detuvo en la parada y la conductora bajó de mal humor y desapareció en el camino, tome mis cosas y baje, vi a una mujer de cabello cobrizo, que estaba en sus cuarentas, ligeramente musculosa y una tez clara, bastante atractiva con un leve sonrojo me dirigió sus palabras.
- ¡Hola! Tu debes ser Evie ¿cierto? -
-Ah sí...- extendí mi mano y me presente - S..soy Evie D..daley-
- Yo soy Robin, la carpintera local. El alcalde Lewis me ha pedido que te enseñe el camino a tu nuevo hogar. Te espera allí, arreglando todo para tu llegada- Empezó a caminar y la seguí.
