TL_: Escapando del mismo Infierno

Una importante decisión

Ya habían pasado unas cuantas horas desde que Kiongozi había llegado a la entrada del Árbol de la Vida donde pudo ver a la distancia como un grupo de felinas se aproximaba, solo pudo reconocer a la tigresa que le parecía conocida aunque no sabía el porqué mientras que al lado de ella habían 2 hembras distintas entre sí solo que no lograba identificarlas.

Ellas se habían aproximado lo suficiente para visualizar al león quien estaba sentado con una expresión serena y seria lo cual puso nerviosa a una de las 3 felinas, esto fue notado por Nimue quien solo suspiró un poco pesado para dar a entender que ella sería la primera en hablar.

-Amm... Buenas tardes joven león.- Haciendo una leve reverencia de respeto hacia el felino que sentía de lejos su enorme poder, sabiendo que era alguien a quien debías tomar en cuenta y no hacer enojar.

-Mmm buenas tardes igualmente señora, yo soy Kiongozi el guardián del Árbol de la Vida.- Respondió solo dando un leve asentimiento con su cabeza demostrando su gran calma y serenidad.

-Oh... Así que el guardián, es un honor joven Kiongozi, yo soy Nimue y ellas son mis hijas adoptivas.- Dijo señalando con su pata a la hibrida castaña y a la leona de pelaje rosa, la cual estaba temblando de miedo y eso era evidente ya que no paraba de recordar la primera vez que se encontraron ella y el felino.

-Entiendo, bueno sean bienvenidas al Árbol de la Vida, solo les haré una pregunta y si me la responden honestamente dejaré que pasen.- Aviso de forma sincera y sin querer hacerles perder tiempo a las felinas, pues se notaba que habían tenido un largo, tardío e intenso recorrido para llegar aquí.

-Somos todo oídos.- Respondió amablemente y con compresión, por lo que Kiongozi dio una leve sonrisa para después formular su pregunta y duda al mismo tiempo.

-¿A qué han venido al Árbol de la Vida?, porque por lo que puedo ver es que están en perfecto estado de salud y no parecen portar alguna enfermedad grave.- Se notaba su duda y confusión ya que las 3 hembras no mostraban como tal esos signos, por lo que solo estaba curioso por esa razón.

-Ohh, era eso, jeje está bien joven Kiongozi. Nosotras venimos de un lugar muy lejano, al cual llame la Isla Pacífica ya que ahí vivíamos con paz y sin conflictos estando todo en orden, pero lamentablemente una seguidora de un demonio poderoso logró encontrarnos y... Supongo que imaginara lo que ocurrió después de eso. Nuestro hogar... Fue atacada para ser destruida y borrada del mapa, ya que se esparció el rumor de una semilla mágica con las mismas cualidades curativas del Fruto Vivaz y al mismo tiempo el Fruto Sagrado del Árbol del Poder.- Revelo y explicó la tigresa haciendo que el león se quedara impresionado, pues si eso era cierto seguramente ese demonio solo quería aprovecharse de ello para tener un medio seguro para hacerse invencible.

W-Wow eso es increíble, estoy seguro que la reina Shujaa se interesaría con saber más de eso.- Dejando el camino libre para que todas ellas pudieran entrar. -Bien, con eso me basta para dejarlas entrar, no obstante tengo que hablar seriamente con la leona que las acompaña.- Al decir eso solo la hibrida se preocupó y se puso a la defensiva mostrando que haría lo que fuera para protegerla, eso demostró lo mucho que la leona era querida por lo que solo dio una leve sonrisa. -Descuiden, solo quiero hablar con ella y arreglar nuestra situación pendiente, es todo.- Cuando dijo eso la tigresa sonrió levemente para después mirar a su hija Kisasi calmándola y llevándosela al interior del pasaje.

Cuando ambas ya se habían alejado suficientemente lejos, el felino se acercó a la leona la cual estaba con muchos temblores y nervios en su cuerpo, ya que sentía que una palabra errónea le costaría alto.

-¿Cuál es tu nombre?.- Preguntó de forma directa ya que desde hace tiempo que conocía su existencia, pero jamás supo su nombre luego de varios años intentando encontrarla.