Pietro se arrodilló ante los ancianos, esperando que empezara el castigo. Drystan estaba detrás de él en silencio, al igual que él se mantenía a la espera de que le dieran la orden. El guardián se quitó la parte superior de su ropa para dejar la espalda despejada, manteniendo la cabeza gacha, no podía mirar a ninguno de ellos si no les daban el permiso.
-Tardaste un día más en llegar a palacio. – el guardián aceptó. - ¿Por qué fue?
-El señor Gardener, padre del pequeño doncel, me invito a quedarme en su granja esa noche, para poder despedirse de su hijo. – Katara entrecerró los ojos ante lo que creía una excusa por parte de Pietro. – El pequeño doncel no sabía nada de su condición, el señor Gardener no le había hablado sobre ello.
-El duque Lennox te ordeno que también trajeras al señor Gardener con usted. – Pietro sintió un escalofrió. – La señorita Evangeline nos comunicó que él no se encuentra en palacio.
-El señor Gardener declino la oferta de venir al palacio, él tan solo quería que me llevara a su hijo. – Katara se sintió molesta por su comentario. – Él nos pidió que protegiéramos a su hijo Nolan, el pequeño doncel.
Drystan golpeo su espalda cuando Zuko, el hermano menor de Katara le dio la orden, Pietro cerró los ojos con fuerza y apretó sus puños, mientras tanto la anciana seguía preguntándole por Garth y Nolan.
-Antes de marchar, el señor Gardener me dio un mensaje para vosotros. – podía sentir como se le abrían las heridas en su espalda. – Sus palabras fueron estás... - aclaro su garganta y suspiro. – "Mataré a cualquiera que ose hacerle daño a mi hijo, ya sea duque o sirviente." El señor Gardener asegura que no descansaría hasta encontrar a la persona que le hiciera daño al pequeño doncel.
-Es muy atrevido de su parte lanzar una amenaza como esa. – se burló Zuko. - ¿Cómo va a saber lo que le ocurre a su hijo? No se encuentra en palacio.
-La respuesta no la sé, gran Zuko, él tan solo dijo que tan solo lo sabría. El señor Gardener tiene una conexión muy fuerte con su hijo.
Pietro dejo caer sus hombros cuando Drystan termino, los ancianos se marcharon al no obtener la respuesta que querían, reclamándole al guardián su falta al no seguir las ordenes de Lennox como él las había mandado.
-Tranquilo, Pietro, solo estamos nosotros dos... - lo alentó Drystan, con cuidado lo ayudo a levantarse. – Deja que cure tus heridas, la señorita Evangeline no necesita mis servicios en este momento.
-Gracias, Drystan. – Pietro hizo una mueca de dolor al ponerse de pie. – Al menos, no lo llamaron a él en está ocasión. – bromeo. – Creo que no lo hubiese aguanta bien.
-Fue con el duque Lennox, como sabrás ahora él es su guardián. – él sonrió. – Aun sigo sin entender porque el duque lo eligió a él, pensé que tú eras la mejor opción el duque siempre ha agradecido tu protección.
-No quería que alguien desconocido protegiera a su prometido. – sonrió. – El duque me pidió que cuidará al pequeño doncel.
Caminaron hasta llegar a un pequeño sofá, Pietro se quejó cuando Drystan le pidió que se acostará, no quería dejar tanto tiempo solo a Nolan, le preocupaba que el doncel se sintiera solo la primera noche en el palacio.
-Seré rápido, usa estos minutos para descansar, el viaje debe haber sido agotador, cruzar el bosque de punta a punta en una semana se ve agotador. – rio Drystan. – La señorita Evangeline estaba preocupada por vosotros, incluso iba a pedir que os fueran a buscar por si os había pasado algo.
-¿Cuándo volverá el duque? – Drystan preparo las gasas, vendas y el agua que iba a usar para limpiar la herida. – Supe que su viaje empezó hace cuatro días.
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¡Maldito, pequeño doncel!
RomanceUn doncel debe ser respetuoso, callado y delicado. Esa explicación no convence demasiado a Nolan. Cuando escucho que debía de ser sumiso hacía su prometido, empezó a reír. Y la guinda del pastel fue que tenía terminalmente prohíbo subirse a los árbo...