Weakness | • Daryl Dixon +18

∞ 𝟘𝟞

[𝔻𝕒𝕣𝕪𝕝 𝔻𝕚𝕩𝕠𝕟]

Cuando la vi aquella noche antes de correr, me quedé impresionado por su belleza, y cuando corrió, quedé maravillado con su destreza. Rogué volver a verla, y el destino la puso en aquella cena en la universidad. Luego de eso, creí no volver a verla nunca más y aquí estaba ella,  frente a mí, en su casa, al lado de mi prometida, su hermana y para que mentir, se veía realmente hermosa. Jodida mierda. 

Nunca he sido el tipo de hombre que se ata a una relación pero llevaba demasiado tiempo sin sentar cabeza y creí que lo necesitaba. Cuando tomé esa decisión, apareció Sophia en mi vida, una mujer hermosa, delicada, dedicada a su trabajo, sumisa e inocente. Aquella mujer movió mi mundo y le dio un vuelco, replanteé toda mi vida cuando la conocí y finalmente, decidí sentar cabeza. 

Sophia solía hablarme siempre de su hermana pequeña, de cuánto la quería y lo importante que era para ella, me dijo su nombre muchas veces, pero jamás me mostró una foto o algo. Claramente esto se podría haber evitado si Sophia tuviera algún tipo de red social, pero ella no es de ese tipo de mujeres, al contrario, es reservada con su vida privada, de muy pocos amigos y muy, pero muy hogareña y quizás, eso fue lo que me encantó de ella.

-Cariño, ven, quiero mostrarte donde dormiremos - habló feliz Sophia y tomó mi mano.

-Claro cielo, vamos - respondí - Con su permiso.

-Oh si, por supuesto, vayan - respondió su madre.

Mientras caminábamos por un pasillo muy extenso me cuestione mis actitudes la noche de la cena en la universidad. Claramente había coqueteando con la hermana de mi novia y quizás que imágen tendría de mi en estos momentos. Tal vez me odie, no lo sé  y eso me está comiendo la cabeza.

Claramente Sophia no sabe nada de mi pasado, de las mujeres que tuve y mi fama de mujeriego. Seguramente eso la habría alejado de mí. Mi novia es el tipo de mujer que todos alguna vez soñamos, inocente y pura, entrega calma y uno realmente disfruta de su compañía. Pero un Dixon no puede vivir en calma, necesita aventuras y adrenalina.

Hace demasiado tiempo que no tomaba un auto para correr, pero desde que decidí sentar cabeza, serle fiel a Sophia y formar una familia con ella, esa pisca de adrenalina la volví a encontrar detrás del volante. Todos estos meses, cuando tenía ganas de tener aventuras, me refugiaba en eso, pero siento que esta vez, es diferente.

-Aquí dormiremos - habló mientras abría una puerta - Puedes dejar tus cosas por aquí.

-¿Ésta era tu habitación? - pregunté mientras recorría el dormitorio.

-Si, siempre ha sido mía, incluso cuando me mudé por la universidad - contestó con su voz tierna - Y podría ser nuestra, por un tiempo.

-¿Ya se los dijiste?

-Aún no cariño, quiero decirlo hoy en la cena, sería una linda sorpresa.

-Quizás no sea tan buena idea.. es decir, no sabemos si aprueban..

-Daryl, cariño.. si mis padres no hubieran aceptado nuestra relación, nunca te habría traído a pasar malos ratos - respondió acercándose a mí para rodear mi cuello con sus brazos.

-Es imposible decirte que no, cariño - respondí llevando mis manos a su cintura para luego besarla con ternura.

Ruidos en la puerta nos sacan de nuestra escena romántica.

-Permiso.. Sophia, mamá me ha enviado a buscarlos ya que los invitados están aquí - habló Jade.

-Oh si Jade, claro - respondió apartándose de mí - ¿Puedes ayudar a Daryl a instalarse?